Esta celebración pone en el centro el derecho al juego de niñas y niños. El juego es una actividad fundamental para su desarrollo emocional y psíquico y, por lo tanto, las y los adultos, debemos favorecer espacios lúdicos, garantizando que no se reproduzcan estereotipos que clasifican los juegos y juguetes según el género.
Si bien considera de suma relevancia esta fecha, como todos los festejos que se realizan para niños, niñas y adolescentes, la Defensoría recuerda que -más allá de una fecha determinada- se deben garantizar los derechos de esta población todos los días del año. Por eso, ratifica su compromiso con la tarea cotidiana y profesional destinada a lograr el pleno acceso de niños y niñas al conjunto de sus derechos.