Dada la importancia que tiene la protección de los datos personales y la privacidad en el entorno digital en tanto derechos consagrados y el incremento en el uso de este tipo de tecnologías como consecuencia de la pandemia de COVID-19, resulta indispensable reducir la brecha digital y dotar a los adultos mayores de herramientas y conocimientos que les permitan proteger su intimidad y datos personales en las redes y propicien su integración al mundo virtual.
En este sentido, el estudio propone un acercamiento a los niveles de conectividad, los dispositivos y aplicaciones más utilizadas, las conductas de cuidado y la autopercepción de los adultos mayores sobre los riesgos del uso de Internet.
Según se pudo concluir, el 96,5% de las personas encuestadas aseguraron contar con conectividad, mientras que quienes no hacen uso de Internet adujeron desconocimiento, miedo y desinterés entre las principales razones.
Párrafo aparte merecen los casos en los que se argumentó falta de recursos económicos para pagar este servicio. Al respecto, cabe destacar la importancia de la democratización del saber o la llamada “ciudadanía digital” y las políticas públicas necesarias para avanzar en este aspecto.
En cuanto a las modalidades de acceso a Internet, las computadoras (97%) y los teléfonos celulares (89,3%) resultaron los dispositivos más utilizados. En menor medida, tablets (31,7%) y televisores smart (24,8%).
Al ser consultados sobre las razones por las que emplean la tecnología, el 88,6% indicó que para buscar información, el 88,3% que lo hace para comunicarse con otras personas y el 82,3% para hacer trámites o pedir turnos médicos. Además, el 71,2% la incorporó con la finalidad de acceder a propuestas educativas, el 60,5% para mirar películas y/o videos y un 60% para realizar operaciones bancarias y el pago de impuestos y servicios.
Entre las aplicaciones más empleadas se destacan WhatsApp (96,47%), Facebook (71,49%) y YouTube (70,13%), seguidas por plataformas y redes sociales como Zoom, Meet o Jitsi (59%), Instagram (45,5%) y Mercado Libre (37,1%).
Finalmente, el estudio incluyó consultas sobre los riesgos que conlleva el uso de las tecnologías de la información y la comunicación. Al respecto, el 61.1% afirmó que no tiene reparos al utilizarlas ya que considera que forman de su vida cotidiana, confía en ellas y considera que resguarda sus datos personales correctamente. Entre ellos, el 88,6% indicó que cuida «mucho» o «bastante» su privacidad.
Entre los argumentos de quienes aseguraron tener reparos (38,9%) se destacan el temor a los hackers y a sufrir estafas, entre otros.
La consulta se realizó a más de 900 personas mayores de 60, mayoritariamente residentes de la Ciudad de Buenos Aires, y fue llevada adelante por el Centro de Protección de Datos Personales de la casa, con la colaboración del Programa Centros de Día del Ejecutivo porteño, la iniciativa “Experiencias Universitarias para Personas Mayores” de la Universidad Tecnológica Nacional (sede Buenos Aires) y el Instituto Universitario del Hospital Italiano de Buenos Aires.