La presentación se llevó a cabo en una mesa redonda que convocó a representantes de instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil especialistas en la materia, con el objetivo de intercambiar opiniones y promover redes en pos de la construcción de una democracia robusta, sostenida en el cumplimiento de los derechos.
Encabezada por la Defensora del Pueblo, María Rosa Muiños, la mesa sumó a Sofía Fernández Crespo (CIPPEC); Clara Lucarella (ACIJ); Fernanda Gil Lozano (CIPDH); Facundo Cruz y Augusto Reina (Pulsar – UBA); Micaela Cuesta y Ezequiel Ipar (LEDA – UNSAM); Martín Plot (EIDAES – UNSAM); Agustina Grigera (UNTREF – UP – Red de Politólogas); Mariana Gené (UNSAM – Conicet); Fiorella Wernicke (Observatorio de PP – UNSAV); Maximiliano Campos Ríos (GIPME – UBA); Diego Raus (Flacso); y Marta Albamonte y Santiago Battista (i-Ciudad).
El estudio presentado por el equipo del Monitor de Derechos que dirige Pablo Gordon Daluz, da cuenta del contraste entre una alta valoración de la democracia y bajos niveles de confianza en los Poderes del Estado, especialmente entre los jóvenes. También expone las expectativas de la ciudadanía respecto a los valores de la libertad e igualdad como prioridades de política pública.
A la luz de esos indicios, la Defensora del Pueblo manifestó: «Hay un hilo conductor entre los resultados del informe y el funcionamiento de instituciones estatales que, durante los últimos años, no pudieron dar respuesta a las demandas sociales, especialmente de los sectores más vulnerados.»
Muiños también advirtió sobre el riesgo de que el mal manejo de la cosa pública pueda erosionar la legitimidad democrática: “Es urgente debatir tanto las responsabilidades como el diseño institucional que ha quedado obsoleto y necesita modernizarse. No en el sentido de dejar todo en manos del mercado y los monopolios, como algunos proponen, sino asegurando que el Estado cumpla con su rol de regular y garantizar los derechos”.
En esa dirección, la Defensora describió al informe como “un pequeño aporte a la inmensa tarea de producir conocimientos y promover espacios plurales de debate destinados a visibilizar preocupaciones compartidas, imaginar caminos alternativos y establecer compromisos estratégicos en aras de una mejor democracia”.
Los participantes del encuentro destacaron la importancia de ese ámbito como instancia de diálogo y construcción de consensos en torno al contenido de la democracia. Además, pusieron el foco en la necesidad de recuperar una mirada que entrelace derechos individuales y sociales, además de robustecer los mecanismos de participación ciudadana y control horizontal sobre la eficacia de las políticas públicas. También acordaron en la importancia de precisar y profundizar las investigaciones sobre, por ejemplo, el crecimiento del autoritarismo, las regresiones de la democracia y los niveles de satisfacción con su funcionamiento.