Según describe el reporte del organismo, hubo un reacomodamiento permanente de efectivos, que incluyó la formación de cordones y encapsulamientos parciales, así como la utilización de gas pimienta y empujones, incluso contra personas que se encontraban en la vereda y la plaza.
Como resultado, a través del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA) y otras postas sanitarias, se atendieron a 18 personas con heridas diversas, entre ellas un fotógrafo rociado con gas pimienta en el rostro. Además, se registró un hecho puntual de abuso contra un observador de derechos humanos cuando un efectivo de la PFA golpeó con un palo tonfa su celular mientras este filmaba el operativo, haciendo que el dispositivo cayera al suelo.
En ese contexto, la Defensoría insistió en el cese de la aplicación del denominado protocolo anti piquetes e instó a las autoridades nacionales a respetar la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires y los estándares internacionales de derechos humanos.
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