La jornada se conmemora con la finalidad de incrementar los esfuerzos de los Estados para prevenir, diagnosticar y controlar la hipertensión arterial. En este sentido, la OMS informa que sólo unos pocos países muestran una tasa de control de la población superior al 50%.
En lo individual, este recordatorio es una oportunidad para revisar los hábitos y fortalecer la prevención.
¿Qué es la hipertensión?
Al circular, la sangre ejerce presión contra las paredes de las arterias, tanto cuando es expulsada desde el corazón (presión sistólica o máxima) como entre los latidos (diastólica o mínima). Cuando aumenta alguna de estas presiones y esto se prolonga en el tiempo, se habla de hipertensión arterial (HTA).
La HTA se define por la detección de promedios de la presión arterial mayor o igual a 140 mmHg para la sistólica y de 90 mmHg para la diastólica.
¿Cuáles son sus síntomas?
La hipertensión arterial es una enfermedad que usualmente no presenta síntomas, aunque puede generar dolores de cabeza, dificultades respiratorias, mareos, vértigos, dolores torácicos, palpitaciones y hemorragias nasales.
Dadp que casi el 40% de las personas hipertensas desconocen que lo son, resulta de suma importancia medir la presión, conocer los valores y realiar controles asiduos.
¿Cuál es el tratamiento?
Si bien es una enfermedad controlable, constituye el principal factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares y disminuye la calidad y expectativa de vida.
Sin embargo, los cambios en el estilo de vida y la toma de medicamentos, indicados por un profesional médico, permiten controlar la afección.
La detección temprana y un tratamiento oportuno minimizan el riesgo de complicaciones, tales como infartos de miocardio, hipertrofias ventriculares, insuficiencias cardíacas, accidentes cerebrovasculares (ACV), insuficiencias renales, cegueras, roturas de los vasos sanguíneos y deterioros cognitivos.
¿Cómo se previene?
La medición periódica de la presión arterial es la práctica preventiva más eficaz.
Algunos consejos para prevenir la hipertensión o para colaborar con su control incluyen:
-Adoptar una dieta balanceada y saludable: reducir el consumo de sal (reemplazar por aromáticas, ajo o limón), aumentar la ingesta de frutas y verduras, consumir carnes magras, pescado, semillas, frutos secos y evitar el consumo de alimentos con alto contenido de sodio (procesados, fiambres, embutidos, enlatados, sopas deshidratadas).
-Mantener un peso corporal saludable: el sobrepeso aumenta el trabajo del corazón y eleva la presión arterial.
-Practicar un estilo de vida físicamente activo: realizar actividad física regular acorde a la edad de cada paciente. La recomendación es de al menos 150 minutos semanales de actividad moderada. La actividad física contribuye también al control de peso y a contrarrestar los efectos del estrés en la salud.
-Evitar el consumo nocivo de alcohol y bebidas estimulantes.
-Abandonar el tabaquismo.
-Tomar los medicamentos, según la indicación médica.
Si necesitás realizar alguna consulta profesional relacionada con esta enfermedad, podés encontrar el centro de salud u hospital de la Ciudad de Buenos Aires más cercano a tu domicilio ingresando aquí.