Se trata de la circulación temprana de este virus que suele registrarse a fines de otoño y durante el invierno.
A partir del pasado mes de diciembre, comenzó a detectarse un aumento progresivo e inusual de casos de un subtipo del virus de influenza A (H3N2), alcanzando -al 10 de febrero último- a un total de 794 casos confirmados.
Los virus influenza generan cuadros gripales que comprometen la nariz, garganta bronquios y, ocasionalmente, los pulmones. Los síntomas más habituales son: aparición súbita de fiebre alta, cefalea, dolor muscular, malestar, tos seca, dolor de garganta y rinitis.
El virus se transmite fácilmente entre las personas por medios de gotitas que se expulsan con la tos y los estornudos.
La influenza suele propagarse rápidamente generando epidemias estacionales. La mayoría de las personas afectadas suele recuperarse en el término de una o dos semanas; sin embargo, en algunas esta infección viral puede generar complicaciones graves, neumonía y en algunos casos, la muerte.
Por eso, el Ministerio de Salud de la Nación recomienda a la población continuar con las medidas de cuidado implementadas durante la pandemia:
- utilizar barbijo
- ventilar los ambientes
- lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón
- ante la presencia de síntomas, evitar participar en actividades que involucre el contacto con otras personas, sean laborales, educativas, de recreación o esparcimiento en lugares públicos.
La vacuna antigripal es una herramienta preventiva fundamental que permite reducir las complicaciones y, por ello, fue incluida en el Calendario Nacional de Vacunación para:
- el personal de salud
- las personas gestantes, en cualquier momento del embarazo
- las personas puérperas
- mayores de 65 años
- niñas/os de 6 a 24 meses de edad
- personas entre 2 y 64 años que presenten factores de riesgo.
