La estadística surge de la publicación “Evolución Tasa Global de Cesáreas. Red Obstetricia” elaborada por la Dirección General de Hospitales, y con cuyos datos se elaboró el informe “Tiempo de parir en pandemia” publicado por la Mesa de Trabajo sobre Protección de Derechos del Parto y Nacimiento Respetado de la Defensoría.
Otra de las dificultades recurrentes durante este tiempo de pandemia fue la creciente dificultad en el ingreso de una persona acompañante en los ámbitos sanitarios. Es importante destacar la importancia de garantizar el derecho de las personas gestantes a contar con la compañía de una persona afectivamente cercana durante el proceso del parto y nacimiento, con las precauciones y protocolos adecuados y necesarios para resguardar la salud de pacientes y profesionales.
Según, los/as especialistas integrantes de la mesa, también existe un incremento en los nacimientos durante los días lunes a viernes y una marcada disminución durante los fines de semana -especialmente en el ámbito privado- lo que muestra un aumento de los partos y nacimientos programados sin indicación médica que lo fundamente.
Cabe mencionar que la mesa de trabajo realizó a fines del año 2021 un primer informe sobre el trabajo de las obras sociales, responsables de la cobertura sanitaria de casi la mitad de la población del país. Las estadísticas suministradas por los directivos de Construir Salud – obra social de la Unión Obrera de la Construcción- señala que durante 2020 la tasa de cesáreas se acercó al 57 por ciento de los partos atendidos, cifra más elevada respecto a años anteriores, si se consideran los datos desglosados por trimestres, con picos que llegan a bordear el 65 por ciento.
El informe advierte también que se llegaron a detectar tasas de más de 56 por ciento de cesáreas en algunos efectores sanitarios. Además, la proporción de cesáreas suele ser más elevada en el sector privado, con tasas de hasta el 90 por ciento en algunos servicios.
Desde la Defensoría del Pueblo se enfatiza la necesidad de evitar situaciones de violencia obstétrica, para avanzar hacia la reorganización de los hospitales que lleven a la práctica un modelo de maternidades de alta y baja complejidad, así como garantizar la no separación del binomio madre-niño/a y la disponibilidad de infraestructuras de salud que permitan la privacidad durante el parto, según lo establecido por la Ley 25929 de Parto Humanizado.
En este marco de situación, la mesa de trabajo consideró fundamental la difusión de los derechos de las personas gestantes a estar acompañadas durante el trabajo de parto, parto, nacimiento y puerperio por una persona afectivamente cercana y elegida por ella, como así también garantizar un alojamiento conjunto –madre y bebé—y velar por la exitosa lactancia materna, con sus beneficios inmediatos y ventajas a corto, mediano y largo plazo en la salud de ambos integrantes del binomio. Otro aspecto importante de comunicación se relaciona con la necesidad de no aumentar las inducciones innecesarias del parto ni las cesáreas por la pandemia actual, mientras no se tengan evidencias suficientes que lo justifiquen.