También se consideraron las palabras que el General Don José de San Martín dejó expresadas en 1821 en el Decreto 1529 referido a Espectáculos donde declaró la protección y la libertad de los artistas teatrales.
En esa época, los actores y las actrices eran considerados «infames»: no podían recibir sacramentos religiosos, ser enterrados en cementerios, desempeñar cargos públicos o ejercer derechos civiles o políticos. En su defensa, San Martín rubricó dicho decreto para otorgarles los derechos ciudadanos correspondientes, afirmando que “el arte escénico no irroga infamia al que lo profesa. Todo individuo que se proporciona su subsistencia en cualquier arte que contribuye a la prosperidad ilustre del país en que se halla es digno de la consideración pública”, considerando al teatro como un arte necesario, «un establecimiento moral y político de la mayor utilidad» para afirmar los ideales de la independencia.
Desde la Defensoría saludamos a los actores y actrices argentinas, y reafirmamos la necesidad de proteger y fomentar a través de políticas públicas el arte y la cultura como derechos humanos de todos y todas.
A continuación compartimos el documental que narra la historia de la Asociación Argentina de Actores, uno de los sindicatos más antiguos de nuestro país, fundado en 1919. A través de testimonios, relatos y abundante material de archivo, el film recorre un siglo de reclamos, luchas y conquistas que el gremio llevó adelante en defensa de los actores y actrices del país: