1-4

Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez

Definida por la Asamblea General de las Naciones Unidas, esta fecha nos convoca a poder visibilizar todas las formas de maltrato que padecen en el mundo en general, y en nuestro país en particular, las personas mayores de 60 años.

Se entiende por abuso o maltrato a toda acción u omisión que provoque un daño, ya sea intencional o consecuencia de un obrar negligente, y que atente contra el bienestar general de los mayores, vulnerando sus derechos. Puede ocurrir tanto en el ámbito público como en el privado, de manera única o reiterada.

La forma más naturalizada y silenciada es el maltrato estructural, que ocurre desde y en las estructuras de la sociedad mediante normas legales, sociales, culturales, económicas que actúan como base sobre la cual se sostienen y perpetúan todas las otras violencias.

En esta modalidad se observa la falta de políticas públicas integrales, así como de recursos sociales y de salud, los ingresos jubilatorios escasos que cobra el 70% de esta población, y que no llegan a cubrir la Canasta Básica del Jubilado que se calcula desde esta Defensoría hace más de 10 años. También son parte de esta forma de violencia las concepciones negativas acerca de la vejez y la discriminación por edad, denominada “edadismo” que tiñen el vinculo con el que la sociedad, en todos sus estratos, trata a las personas mayores, o bien ni reconocen ni denuncian estas formas abusivas.

Otra de las formas más comunes es el maltrato institucional, que comprende cualquier legislación, procedimiento, actuación u omisión procedente de los poderes públicos o instituciones públicas o privadas, o bien derivada de la actuación individual de las personas que allí se desempeñan, que comporte abuso, negligencia, detrimento de la salud, la seguridad, el estado emocional, el bienestar físico o que viole los derechos básicos de las personas mayores.

El maltrato que ocurre en las residencias de larga estadía, más conocidas como geriátricos, también son parte de esta forma de violencia.

Por último, el maltrato interpersonal, quizás el más difundido y denunciado, es aquel que se da en un vínculo de confianza para la persona mayor, lo que implica la dificultad en la búsqueda de ayuda o la denuncia. El temor, la vergüenza, el miedo a las represalias, la dependencia económica y/o afectiva, el vínculo que sostienen, ya sea de pareja, hijos/as, u otros familiares o cuidadores, dificulta el reconocimiento del problema y la búsqueda de ayuda.

Desde la Defensoría del Pueblo porteña recibimos reclamos referidos al maltrato institucional y asesoramos sobre las otras formas de violencias, con el objetivo de derivar a los organismos correspondientes. La Cooperación Operativa de Tercera Edad recibe reclamos vinculados a temas previsionales y socio-sanitarios (Teléfono: 4338–4900, internos 8017 al 8024. Correo electrónico: terceraedad@defensoria.org.ar).

El Programa Proteger, dependiente del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, atiende a personas mayores que se encuentren atravesando situaciones de abuso, maltrato y violencia en sus diversas formas. Ofrecen asistencia psicosocial, apoyo emocional, asesoramiento legal, acceso a la protección judicial y un lugar seguro donde vivir en los casos en que la seguridad o la vida de la víctima se encuentren en riesgo (Teléfono: 0800–222–4567 de lunes a viernes de 8 a 17 horas. Correo electrónico: proteger@buenosaires.gob.ar). En caso de emergencia, llamar al 911.