Acordada en 2007 por la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, la conmemoración está dedicada a desarrollar actividades que promuevan la reflexión sobre la realidad de las personas con autismo y sus derechos, así como sobre la necesidad de una toma de conciencia colectiva que destierre la discriminación y las barreras que aún persisten. Las acciones también evocan la importancia de lograr un diagnóstico precoz que permita una intervención profesional temprana y orientación familiar.
Quienes se encuentran dentro del espectro autista experimentan en su vida cotidiana serios obstáculos para acceder a derechos fundamentales como la educación, el trabajo y la autonomía para tomar decisiones en sus propias vidas.
La mayoría de las personas con discapacidad encuentran barreras a la hora de encontrar un trabajo. Para revertir esta realidad, es necesario mejorar el acceso a una oferta educativa de calidad, adaptada a sus necesidades y singularidades y libre de acoso escolar (bullying), así como la disponibilidad de entornos laborales inclusivos y respetuosos.
Aunque las normas escritas aseguran la igualdad de derechos para todas las personas, es preciso promover cambios actitudinales y colectivos en el conjunto de la sociedad que colaboren en el sentido de generar las condiciones para ampliar la inclusión y plena participación de la personas con trastornos del espectro autista (TEA), empoderarlas y lograr que sus derechos sean una realidad en la práctica.
Este año, el lema de la Campaña Mundial de Concientización sobre el Autismo es “un viaje feliz por la vida” para destacar el derecho de las personas con TEA y sus familias a disfrutar de una vida feliz.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible ha propuesto entre sus metas “no dejar a nadie atrás”. Para cumplir con este objetivo y con el lema de la campaña mundial es preciso que la sociedad en su conjunto (Estado, organizaciones, sociedad civil) promueva acciones que empiecen por eliminar los prejuicios, lograr empatía y respeto por la diversidad, proveer de los apoyos necesarios y servicios específicos que garanticen calidad de vida y la plena participación de las personas con TEA en la vida social, económica y cultural.
A través de su labor cotidiana en defensa de los derechos humanos, la Defensoría del Pueblo ratifica su compromiso por la construcción de una Ciudad más justa, inclusiva y equitativa para quienes la habitan, promoviendo, defendiendo y controlando el cumplimiento de las normas que amparan los derechos de las personas con discapacidad y del colectivo de personas con TEA.
Foto: argentina.gob.ar