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Audiencia pública por el proyecto de regeneración del Arroyo Medrano en Parque Saavedra

Personal de la Defensoría del Pueblo participó de la quinta jornada de exposición junto a funcionarios porteños y vecinos de la comuna.

Hernán Invernizzi, responsable del área de Ambiente de la institución y en representación de la Defensora del Pueblo, María Rosa Muiños, participó de la audiencia pública que se realizó vía Zoom el día 1ro de julio. Ésta correspondía al quinto día consecutivo de exposiciones en donde los vecinos manifestaron sus descontento con el proyecto del Ejecutivo porteño que busca construir un arroyo artificial en el Parque Saavedra.

La cuenca del Medrano se desarrolla a lo largo de los partidos de Tres de Febrero, Vicente López, San Martín y varios barrios de la Ciudad de Buenos Aires. En 2014, la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires firmaron un Acuerdo sobre el Arroyo Medrano con el objetivo de constituir un Comité Interjurisdiccional para el manejo de la cuenca. A pesar de su importancia, jamás se constituyó, por lo que la Defensoría del Pueblo recomendó al GCBA que en el menor plazo posible se lo pusiera en operaciones. Comenzó a funcionar formalmente en 2016, sin que hasta la fecha produjera actividades relevantes.

En la audiencia, Invernizzi señaló que «la característica dramática del arroyo Medrano es su contaminación. Sus aguas cuando ingresan a la Ciudad ya se encuentran severamente contaminadas. Esta contaminación se incrementa sensiblemente a lo largo de su recorrido bajo la Ciudad, hasta llegar como una inmensa lengua violácea sobre el agua marrón del estuario del Plata, invadiendo la ribera urbana». «Por informes requeridos desde la Defensoría alertamos que los niveles de contaminación se mantienen tanto en el ingreso a la CABA como en su desembocadura. No es exagerado decir que el Medrano es un Riachuelo entubado. Pero este tema se minimiza en el proyecto oficial.

Con respecto a la obra proyectada, el experto manifestó que «se trata de un canal a cielo abierto en el Parque Saavedra de unos 500 metros, de perfil irregular, que corre paralelo al arroyo entubado. La hipótesis de la ingeniería oficial consiste en que la napa alimentará un nivel de agua limpia constante y que la lluvia rellenará la diferencia entre esa cota y la capacidad del canal, hasta que sature. Parte de ella se dispersará por medios naturales y parte será derivada hacia el Medrano»

Sobre este punto, Invernizzi advirtió que «no se informan estudios científicos sobre el agua de la napa ni se hace mención a estaciones de monitoreo. Es posible inferir que estaríamos frente a un proyecto que se propone regular el agua de la napa que aliviar las inundaciones en la zona».

Además, manifestó que «a la fecha, el Gobierno porteño no tiene ningún proyecto público de remediación de las aguas del arroyo. Muy por el contrario, durante los últimos años no hubo política de saneamiento de este cauce, sino sólo tareas de limpieza de residuos capaces de obturar la circulación del líquido pestilente. La remediación del Medrano sólo es posible a través de una política interjurisdiccional que hoy no existe».

Recomendaciones de la Defensoría

1) Para los proyectos relacionados con inundaciones y Cambio Climático, hay que dejar de lado el paradigma hidráulico y pasar al modelo de ecosistemas urbanos, adoptando el criterio de las Soluciones Basadas en la Naturaleza. Este reservorio se presenta de esta manera pero en realidad es una obra complementaria al arroyo entubado.

2) Poner en funcionamiento el Comité Interjurisdiccional del Arroyo Medrano y definir un proyecto de remediación y saneamiento de su cauce, lo cual haría posible que sea desentubado verdaderamente.

3) La Agencia de Protección Ambiental debería exigir que se presenten, previo a las obras, estudios científicos actualizados sobre el estado de la napa freática y del estado y características del suelo donde se proponen desarrollar el proyecto.

4) La misma Agencia debería solicitar a las dependencias que corresponda, estudios actualizados acerca de la estanqueidad del tubo contenedor del arroyo Medrano, con el fin de constatar fehacientemente los riesgos actuales y potenciales de filtraciones del cauce contaminado.

5) Que se atiendan las observaciones de los miles de vecinos de la zona movilizados para que se introduzcan mejoras al proyecto oficial. La experiencia y las normas vigentes enseñan que no hay soluciones ambientales sostenibles sin el pleno ejercicio de la participación ciudadana.