La justicia de Bélgica prohibió a Facebook registrar el uso de Internet de los usuarios que naveguen en ese país. Aunque la empresa apelará la decisión, en varios países europeos se observa la intervención de los estados en la necesaria regulación para la protección de la privacidad. El tribunal de primera instancia de Bruselas dictaminó que la empresa estadounidense debe «dejar de seguir y registrar el uso de internet de personas que navegan en Bélgica, hasta que cumpla con la ley belga de privacidad».
De esta manera, hasta que Facebook no cumpla con las exigencias de la legislación belga en materia de protección de datos se expondrá a una multa de hasta 100 millones de euros. La denuncia fue presentada por la Comisión de Protección de la Vida Privada, que lo acusa de recabar «información general de los internautas» mientras navegan en Internet sin informarles de ello adecuadamente. El Tribunal da por buenos los argumentos de la acusación y ha considerado que Facebook recoge esos datos sin informar debidamente de ello a sus clientes, ni del modo en que será tratada la información o por cuanto tiempo la almacenarán. La compañía de Mark Zuckerberg también deberá destruir toda la información que haya reunido hasta ahora de sus clientes en Bélgica de manera ilegal, ya que la compañía no recibe de sus clientes autorización expresa para almacenar y tratar ese tipo de datos.
En su primer veredicto sobre el fondo del caso, tras dos decisiones de urgencia en 2015 y 2016, la corte sigue las alegaciones presentadas por la parte demandante, la CPVP, que estimaba que Facebook violaba la ley belga de respeto de la vida privada.
«La investigación muestra que si nunca ha visitado el dominio de Facebook antes, Facebook puede seguir su comportamiento de navegación sin que se dé cuenta y todavía menos quererlo», indica el tribunal en el comunicado. La red social recopilaría esta información a través de las llamadas ‘cookies’ -información enviada por un sitio web y almacenada en el navegador del internauta-, así como cuando un usuario marca el botón «me gusta» o «compartir». Los magistrados concluyen además que la empresa, que cuenta con más de 2.000 millones de usuarios en el mundo, no informa «suficientemente» sobre el hecho de que recaba información sobre los internautas ni «sobre lo que hace de estas informaciones».
Desde la compañía han lamentado la decisión del Tribunal y adelantado que recurrirán el fallo, porque los cookies y pixels que utiliza su sistema son «tecnologías estándares en la industria» y permiten a «cientos de miles de empresas crecer y llegar a clientes en toda la UE. «Esperamos de cada empresa que utiliza nuestras tecnologías que advierta claramente a los usuarios finales y damos el derecho a optar por no permitir que los datos recopilados en sitios y aplicaciones de Facebook se utilicen para anuncios», ha indicado el responsable de política de privacidad de Facebook, Richard Allan.