Durante el mediodía del jueves 16 de junio, un hombre que esperaba ser atendido en las ventanillas de turno del Hospital de Niños Pedro de Elizalde comenzó a quejarse aparentemente por la demora y se violentó arrojando un elemento que rompió la ventanilla.
La Defensoria del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires repudia todo acto de violencia hacia los trabajadores de la salud y se solidariza con ellos.
Además, observa con gran preocupación el elevado nivel de violencia que sufre el personal de los efectores de salud del subsector público, quienes trabajan atendiendo a la población sin distinción alguna, y destaca la necesidad de que las autoridades del Ministerio de Salud arbitren las medidas necesarias para que haya soluciones rápidas que garanticen un contexto seguro que preserve a los pacientes y a los miembros de todos los efectores.
