Según RENABAP, en la Ciudad de Buenos Aires hay 57 barrios populares. Los procesos de integración social y urbana impulsados por el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño se concentran principalmente por el momento en cuatro barrios: Rodrigo Bueno, Playón de Chacarita, Barrio Padre Carlos Mugica (ex Villa 31) y Villa 20.
En cada barrio en PISU se desarrollan mesas de trabajo; de ellas participa activamente la Defensoría del Pueblo a través de su Coordinación Operativa de Villas. Allí, el GCBA informa sobre los procesos y los integrantes de las mesas debaten sobre diferentes dimensiones de los mismos para la toma de decisiones. Cabe aclarar que en todos los procesos, y según las leyes sancionadas que les dan marco, de no haber consenso entre los integrantes de las mesas, es el Ejecutivo local quien toma las decisiones. A lo largo de los años, el organismo se ha ido pronunciando sobre cada tema, haciendo consultas o dejando asentadas diferencias, lo que puede leerse en las actas de cada mesa.
Entre otras cosas, el Gobierno de la Ciudad se comprometió a realizar en las villas en PISU un proceso de mejoramiento integral de las viviendas del “barrio histórico” que no serán demolidas y en las que las familias podrán vivir con condiciones habitacionales dignas. Esto complementaría otras formas de intervenir, tales como la relocalización de parte de la población a viviendas nuevas, el canje de una vivienda que no resulta habitable en condiciones dignas por una que sí lo es y la posibilidad de acceder a un crédito. Todo para quienes, en cada caso, han sido censados en el barrio al inicio de cada PISU.
En particular, ese “mejoramiento integral” de viviendas previsto incluye conexión a servicios públicos y mejoramiento estructural de las viviendas para garantizar condiciones de habitabilidad adecuada a sus ocupantes, además de terminaciones, cerámicos, equipamiento, etc.
En ese sentido, y según surge de lo presentado por el GCBA en las mesas ya mencionadas, en el conjunto de los cuatro barrios se espera mejorar un total de 10.003 viviendas de manera integral. Para eso, en cada barrio se estableció detalladamente por escrito qué supone esa mejora de las viviendas.
En la actualidad, el GCBA ha presentado novedades en ese sentido en las mesas barriales. En particular, en los barrios Playón de Chacarita y Rodrigo Bueno se estaría contemplando etapas, dado que el presupuesto licitado en 2019 para tales mejoramientos no estaría resultando suficiente para el conjunto de viviendas que se prevén mejorar integralmente. En el caso de Villa 20 también se esperan novedades con respecto a la licitación de mejoramientos para su readjudicación a una empresa constructora.
Nuevos locales comerciales para barrios en PISU
El GCBA construyó, además de viviendas nuevas, locales comerciales en las plantas bajas de los edificios nuevos contiguos a los barrios históricos en PISU. Se trata de un total de 261 locales comerciales para los cuatro barrios mencionados.
Tales locales se distribuirán según los acuerdos alcanzados en las mesas de cada barrio con la siguiente lógica: parte de los locales serán designados a vecinos que ya tenían su local en el barrio y que deben ser relocalizados (para la apertura de calles, tendido de servicios, entre otras razones); otra porción será para organismos públicos que atienden regularmente a la población de esos barrios; y un tercer conjunto será para privados, externos al barrio, que podrán presentarse a licitación e instalarse en los mismos completando, a través de su servicio, la oferta existente de rubros comerciales en la zona.
La distribución de los locales comerciales para cada barrio en PISU, según el tipo de asignación, es la que sigue:
Ahora bien, en la mitad de las mesas barriales se ha solicitado al GCBA que se contemple y revea el cupo de locales que serán designados a vecinos del barrio. Se sostiene que, independientemente de la cantidad de vecinos que poseen un local y deban ser relocalizados, habría parte de los vecinos y vecinas interesados en acceder a tales locales y que por el momento desarrollan la actividad dentro de sus viviendas.
Se solicitó que se contemple la posibilidad de que se ofrezcan condiciones de acceso a esos locales similares a las que tienen quienes están “afectados” por el proceso. Se indica, además, que resulta preciso reevaluar si en la actualidad son suficientes los locales previstos para las actividades en desarrollo en el barrio.
Según se sostiene, habría vecinos que realizan su actividad productiva en la vivienda, con o sin atención al público. Estos no estarían relevados a 2021 y no podrán tener acceso a un local propio con condiciones que faciliten ese acceso. En ese sentido, en viviendas ya ocupadas, además, habría inconvenientes para el desarrollo de actividades de este tipo*.
Por último, los locales comerciales instalados en la zona de viviendas nuevas no tendrán servicio de gas de red lo cual también estaría generando tensión, por ejemplo, entre quienes tienen emprendimientos gastronómicos que expresan su preocupación por la necesidad futura de cocinar con equipamiento eléctrico y por la posibilidad futura de sostener el pago de tal servicio sin acceso a una tarifa social.
En busca de posibles soluciones que tengan en cuenta el planteo de los vecinos y vecinas, la Defensoría ha presentado en las mesas barriales un conjunto de propuestas que incluyen la necesidad de actualización de los registros sobre actividades comerciales y productivas de cada barrio, la necesidad de acompañar a los emprendedores barriales dentro y fuera del mismo, la revisión de los sistemas de adjudicación de locales incluyendo cupos de género y discapacidad, el estudio de gestiones sobre eventuales tarifas sociales para los locales comerciales, la necesidad de conectividad a internet de los locales –en línea con el Proyecto de Ley sobre conectividad en los barrios en PISU presentado en Legislatura por la institución–, entre otras.
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*Ver, a modo de ejemplo, relevamiento de la Defensoría en viviendas nuevas de sector YPF en Villa 31 https://www.calameo.com/read/0026823999389a9b07273
