La publicación editada por el Centro de Atención de la Niñez, Adolescencia, Género y Diversidad y la Dirección de Prensa y Comunicación del organismo narra por qué todos los 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y explica cómo transcurre el ciclo de la violencia de género, cuáles son los mitos y verdades sobre esta problemática y dónde recurrir para realizar denuncias y recibir atención y contención en caso de ser víctima de algún episodio violento.
A comienzos de su gestión, el Defensor del Pueblo Alejandro Amor estableció que la problemática de la violencia de género sería uno de los ejes centrales, permanentes y transversales de su trabajo, y en tal sentido presentó durante 2015 un proyecto de ley en la Legislatura porteña para que la Ciudad incorpore en sus políticas y programas instrumentos concretos para desterrar la violencia de género:
-La ley de educación sexual integral, en todos los niveles, en las escuelas públicas y privadas de esta jurisdicción, incorporando personal especializado en las mismas.
-El patrocinio jurídico gratuito en todas las comunas de la Ciudad, tanto en materia civil como penal, para las mujeres víctimas de violencia machista.
-La creación de nuevos centros integrales de la mujer, refugios y subsidios de tipo económico para las mujeres víctimas y sus hijos e hijas.
-La puesta en marcha a cargo del Estado y con presupuesto adecuado, de una Oficina de Asistencia a las Víctimas de Delitos contra la integridad sexual, explotación y trata.
-La implementación del monitoreo electrónico de los victimarios para asegurar que no violen las restricciones de acercamiento que impone la justicia.
Asimismo, Amor firmó convenios con diversas organizaciones sociales que luchan desde hace años contra la violencia machista «con el fin de contribuir en la construcción de una sociedad libre de violencias con plena igualdad de oportunidades entre varones y mujeres y el reconocimiento de la diversidad social, sexual y cultural. La problemática de la violencia de género es de todos y todas, y merece el compromiso de cada uno de nosotros para realizar un cambio profundo en los comportamientos arraigados culturalmente». El Defensor del Pueblo porteño destacó que la sanción de nuevas normativas es un avance en materia de violencia de género pero lo más importante es lograr un cambio cultural. «Si seguimos pensando que un cachetazo a tiempo es algo razonable, seguimos pensando en una sociedad que nace con la violencia incorporada como algo natural. Este un tema de debate integral de toda la sociedad», señaló.
Por su parte, María Elena Naddeo, directora del Centro de Atención de la Niñez, Adolescencia, Género y Diversidad de la Defensoría, manifestó que la tarea de acompañamiento y asesoramiento a las víctimas debe incluir también una política pública más integral para prevenir las situaciones de violencia. «Desde distintas agrupaciones que trabajan por los Derechos Humanos venimos reclamando la aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral en todos los niveles educativos y la ampliación de los programas de Atención a las Víctimas de Violencia de Género», subrayó.
La convocatoria de la Defensoría del Pueblo estuvo acompañada también por Nora Schulman, directora de CASACIDN, quien remarcó que hay que darle visibilidad a todos los que trabajan contra la violencia de género. «Nuestra intención es trabajar mancomunadamente con las organizaciones de mujeres para crear conciencia pública y brindar información y acompañamiento a las víctimas».
Según estadísticas del Observatorio de Femicidios «Marisel Zambrano» de la ONG La Casa del Encuentro, solamente en los primeros 10 meses de 2015 se produjeron en la Argentina 233 femicidios, uno cada 30 horas. Los asesinatos fueron ejecutados por 142 parejas y ex parejas de las mujeres, siendo la casa el lugar más inseguro para ellas, ya que 113 de los hechos ocurrieron en los hogares. Fabiana Túñez, coordinadora ejecutiva de esa organización, indicó que «la sociedad ya incorporó esta problemática como un problema de agenda. Lo que falta es entender la violencia de género como un tema integral, transversal e interdisciplinario para poder construir una sociedad libre de violencia. Cuando una mujer está en problemas, la sociedad está en problemas».
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