En el marco de las medidas de emergencia sanitaria decretadas por la Administración Nacional ante la pandemia COVID 19, el pasado 10 de abril el Banco Central de la República Argentina (BCRA) en su Comunicación A6964, determinó que las entidades del sistema financiero deberían refinanciar en forma automática los saldos impagos de tarjetas de crédito como mínimo a un año de plazo con 3 meses de gracia, 9 cuotas mensuales, iguales y consecutivas y una tasa nominal anual máxima de 43%. Esos saldos refinanciados podían ser pre cancelados total o parcialmente en cualquier momento y sin costo –excepto el interés compensatorio devengado hasta la pre cancelación– cuando el cliente lo requiera.
Agosto se corresponde con el pago de la primera cuota de estos refinanciamientos, y algunos consumidores han manifestado preocupación por el monto de las mismas. El pasado viernes 21 de agosto el BCRA emitió una comunicación en la que se indica que la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias (SEFyC) iniciará una investigación de oficio para determinar si los bancos aplicaron correctamente el plan de financiamiento de los saldos de tarjetas de crédito establecido por el BCRA, a través de dicha comunicación. Por otra parte, la autoridad monetaria comunicó que la Superintendencia no tiene registradas denuncias de usuarios del sistema por la aplicación del plan de cuotas, pero de todas maneras controlará que la norma se esté aplicando correctamente. Asimismo, a través de un link en la página web del BCRA los usuarios pueden efectuar su reclamo.
Por otra parte, en estos días se han dado a conocer algunos resultados de la última encuesta llevada a cabo por la Consultora CERX, sobre el nivel de endeudamiento de los hogares durante la pandemia. Se estima que cerca de 2,5 millones de hogares entraron en el esquema de financiación de saldos impagos de tarjetas. El medio Infobae en su edición del 20/8 explica: “Según explicaron en el Centro de Economía Regional y Experimental (CERX), se registran casos en que por una deuda de $40.000 refinanciada se debe pagar $ 4.500 de cuota y $ 2.800 de interés, incluyendo IVA sobre intereses. Otro caso de una deuda de $ 82.000 generó una cuota de $ 9.100 e intereses por $ 5.800, lo que deja un total de $ 14.900 en el resumen”.
Para analizar estos casos, se deben tener en cuenta ciertos conceptos importantes al tomar un crédito para cualquier destino. Aquellos hogares alcanzados por esta medida, una vez vencidos los meses de gracia y con la llegada de la primera cuota, notaron la diferencia entre el concepto TNA (tasa nominal anual) y el concepto CFT (costo financiero total). Al tomar un préstamo, no solo debemos tener en cuenta la tasa anual, sino también otros gastos asociados al préstamo, que han de incidir en el valor final que hemos de pagar. Estos otros gastos, comúnmente serán, seguro de vida, comisiones, gastos administrativos, impuestos u otros. La tasa de interés es el precio principal del préstamo, pero cuando se le suman los demás gastos asociados, el resultado es el Costo Financiero Total (CFT) de la operación.
El ejemplo citado por el medio Infobae ejemplifica con casos en que por una deuda de $40.000 refinanciada, se deben pagar $ 4.500 de cuota y $ 2.800 de interés, incluyendo IVA sobre intereses. Los resultados del relevamiento mensual de costos financieros de tarjetas de crédito correspondiente al mes de agosto, tanto para entidades públicas como privadas, se presentan en el siguiente gráfico.
Desde mediados de abril pasado las TNA se mantienen en el techo impuesto por el BCRA en la gran mayoría de las entidades bancarias. El único Banco que mantiene una tasa menor es el Credicoop (41%). Por tanto, las diferencias entre entidades bancarias se encuentran en el CFT. El menor CFT registrado en agosto corresponde al Banco Credicoop (62,62%). Banco Ciudad y Provincia presentan un CFT de 63,63%, ICBC les sigue con un 65,29%. Banco Nación, HSBC, Santander, BBVA, Hipotecario y Galicia presentan un CFT de 66,44%. Una vez más, estos CFT están compuestos por la TNA, otros gastos administrativos propios de cada entidad bancaria, así como el IVA sobre intereses.
Una deuda de $40.000 financiada al CFT máximo observado (66,44%), arroja unos $26.576 de intereses. Ese monto refinanciado a 9 cuotas iguales y consecutivas, da un valor aproximado de $2.953 por cuota. La deuda inicial de $40.000, en nueve cuotas iguales y consecutivas, da una cuota de unos $4.444. Si el CFT tomado es el menor de los registrados (62,62%), entonces los intereses totales serían de $25.048, con cuotas de $2.783 aproximadamente. Si aplicamos el CFT en el segundo ejemplo citado por la consultora, se llega a similares conclusiones. Por lo tanto, estas cuotas que resultan de la suma del capital adeudado (saldo impago de la tarjeta de crédito), más los intereses y gastos administrativos sobre ese saldo; resultan de aplicar sobre el saldo impago la tasa del costo financiero total (CFT), no la tasa nominal anual (TNA).
Por lo tanto, puede deducirse que los hogares que refinanciaron su deuda de esta manera contaban con información inadecuada o insuficiente sobre cuál era la tasa a la que se calcularían las cuotas. Esto nos llama a la reflexión sobre la importancia de comprender acabadamente la diferencia entre TNA y CFT, y cuál de ellos es el determinante del valor de los intereses sobre lo prestado. La educación financiera debería ser materia de circulación corriente en la educación general de los ciudadanos, en su conformación como consumidores. De esta manera, una instrucción temprana de ciertos conocimientos básicos del mundo financiero, ha de prepararnos más adecuadamente para la toma de decisiones económico-financieras que realizamos a menudo en nuestra vida cotidiana.