Bandera Argentina
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Recomendación al GCBA para que mejore la calidad nutricional de los menús escolares

El Defensor del Pueblo Alejandro Amor recomendó al Director General de Servicios a las Escuelas del Ministerio de Educación e Innovación del GCBA que arbitre las medidas para mejorar la calidad nutricional de los menús del servicio de alimentación que se brinda a alumnas y alumnos de los establecimientos escolares de gestión estatal de la Ciudad.

A partir de las quejas y reclamos presentados en el organismo por distintas comunidades educativas debido a la alteración de los menús que se brinda en los comedores escolares de los establecimientos educativos de gestión estatal, profesionales de la Coordinación Operativa de Educación, Ciencia, Cultura y Tecnología y de la Coordinación Operativa de Salud dependientes de la Conducción Ejecutiva de Derechos Sociales de la Defensoría del Pueblo efectuaron pedidos de informes y un trabajo de campo que concluyó con un dictamen del Defensor del Pueblo Alejandro Amor quien, a través de la resolución 147/19 recomendó al director general de Servicios a las Escuelas del Ministerio de Educación e Innovación del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Gonzalo Andrés Lazzarin Lima, «tenga a bien arbitrar las medidas y acciones tendientes a adecuar y mejorar la calidad nutricional de los menús del servicio de alimentación que se brinda a alumnas, alumnos y estudiantes de los establecimientos escolares de gestión estatal de esta jurisdicción, y poner en su conocimiento los informes sobre “Comedores Escolares – Programa de Alimentación Saludable “Chau Paneras” – G.C.A.B.A” y sobre las modificaciones establecidas en la confección de los menús escolares, que fueran elaborados por profesionales de la Defensoría del Pueblo y que en copia fiel se acompañan a la presente».

En el marco de los reclamos tramitados, profesionales de la Coordinación Operativa de Salud de la Defensoría del Pueblo elaboraron el Informe “Comedores Escolares – Programa de Alimentación Saludable “Chau Paneras” – G.C.A.B.A”, en el que se analizaron las problemáticas expuestas a raíz de la eliminación del pan y otras modificaciones en los menús escolares y en el que se confeccionó un estudio comparativo en función de los menús que se brindaban previos al nuevo Plan del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los que se están implementando en la actualidad durante el ciclo lectivo 2018, en el que consignaron las siguientes conclusiones: “se pudo determinar que en comparación con los menús que se brindaban en años anteriores en los comedores escolares de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las preparaciones que forman parte del mosaico de menús y los alimentos que las constituyen no han variado significativamente en cuanto a calidad y cantidad, el servicio de alimentación escolar sigue siendo tercerizado a cargo de empresas concesionarias y la comida continúa siendo poca y de mala calidad. Las raciones del nuevo menú educativo son raciones chicas y si bien el pan ya no se entrega en los establecimientos, el reemplazo que se había propuesto desde el lanzamiento del plan como por ejemplo otorgar más fruta, no se evidenció. Los comedores escolares de la ciudad brindan el almuerzo a más de 120 mil chicos que pertenecen a los sectores más vulnerables de la población».

Cabe mencionar que en algunas escuelas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se brinda el servicio de comedor a poblaciones que se encuentran en situación de vulneración de derechos por la realidad socio-económica que atraviesan, y en tal sentido el plato de comida que pueden recibir en la escuela es el único plato al día. El almuerzo escolar representa una de las cuatro comidas principales del día y según las Pautas de Alimentación Saludables (PAS) debe cubrir del 30-35% del valor calórico total diario y el desayuno o merienda el 15-20% del VCT. Por lo tanto, un almuerzo o desayuno deficiente, recortado o escaso influye negativamente en el desarrollo físico e intelectual del niño. Las modificaciones incorporadas pretendiendo cambiar hábitos alimentarios en los niños en edad escolar y que lleven una alimentación “más saludable”, no fueron acertadas en su implementación y tuvieron un impacto negativo en la comunidad educativa, en parte debido a la dificultad de poder contemplar las diferentes necesidades según distrito escolar y a la poca o nula información que recibieron los padres y niños sobre las medidas tomadas. Asimismo, la falta de criterio nutricional adecuado a la hora de realizar reemplazos de los alimentos eliminados, ocasionaron una merma en el gramaje final del plato. Las diferentes falencias que se sumaron por el accionar de los concesionarios contratados, quienes realizan frecuentemente ajustes de raciones, dieron un resultado final negativo.

En el texto, la resolución expresa que «es fundamental emplear enfoques sólidos y coherentes a la hora de la implementación de planes alimentarios teniendo en cuenta que la región enfrenta malnutrición tanto por déficit como por exceso y es necesario para combatirla asegurar el acceso a una alimentación balanceada, abordando a los principales factores sociales que la determinan: la falta de acceso a alimentos saludables bajos en azúcares, sal y grasas, saneamiento, educación y salud. Para combatir el hambre y la malnutrición es necesario prestar atención a la condición de las personas, los hogares y territorios vulnerables. Las políticas, los entornos, las escuelas y las comunidades son fundamentales, pues condicionan las decisiones de los padres y los niños, y pueden hacer que los alimentos más saludables y la actividad física regular sean la opción más sencilla (accesible, disponible y asequible), previniendo, así, la obesidad».

Del mismo modo, profesionales de la Coordinación Operativa antes mencionada realizaron un análisis de la información suministrada por la Administración local mediante Informe n° IF2018-28132711-DGSE, en el que efectuaron diversas consideraciones con relación a la confección de los nuevos menús escolares y concluyeron que “los puntos que fueron considerados para la elaboración del menú según la respuesta recibida por parte de la Subsecretaria de Gestión Económica Financiera y Administración de Recursos fueron implementados en forma insuficiente puesto que si bien la teoría es correcta en la práctica podrían ser mejorados, teniendo en cuenta las consideraciones nutricionales detalladas anteriormente y que se encuentran ausentes en los menús de los comedores escolares de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires».