La institución tomó conocimiento de la situación apenas ocurrida y se presentó en la comisaría ubicada en la estación Boedo de la línea E de subterráneos, donde mantuvieron detenida a Mariana luego del episodio. De acuerdo al relato de Girat, los oficiales de la Policía de la Ciudad, luego de amedrentarlas por su condición de lesbianas y por estar besándose en un espacio público, la detuvieron violentamente y le iniciaron una causa penal que hoy, luego de un año y medio de proceso, concluye con la condena mencionada.
Una vez mas, desde la Defensoría reinvindicamos el derecho a la libre manifestación de todas las sexualidades sin restricciones ni sesgos aún presentes en las fuerzas policiales y en la justicia patriarcal.