En la Ciudad de Buenos Aires existen alrededor de 400 estaciones de servicio (ES) entre activas, inactivas, de combustibles líquidos, GNC y duales, que son una fuente potencial crítica de contaminación y peligro para la salud ambiental porteña.
Las normas y los procedimientos de control no se cumplen adecuadamente, al tiempo que la información oficial sobre ellas es insuficiente y se encuentra desactualizada. Se suma a ello que en los últimos 15 años, numerosas ES pasaron a “inactivas”, en muchos casos para el desarrollo de proyectos inmobiliarios y, en otros, sin que se sepan las razones, pero se sospecha que algunas cerraron debido a derrames, vuelcos y filtraciones de hidrocarburos.
La inactividad de una estación de servicio es un riesgo potencial de contaminación ambiental crítico cuyo control se encuentra en duda. Al mismo tiempo, no existen investigaciones actualizadas sobre la relación entre los sistemas subterráneos de combustibles (SASH), las napas freáticas presente bajo la CABA y la exposición a la salud pública.
Durante el segundo semestre de 2015, la Subsecretaría de Derechos Urbanos, Espacio Público y Medio Ambiente llevó adelante el “Programa Piloto de Seguimiento de Estaciones de Servicio (Comunas 12, 13, 14 y 2)”, diseñado con el objeto de tener conocimiento real del estado de las Estaciones de Servicio radicadas allí.
Se tomó como referencia el único censo oficial vigente, que fue actualizado por última vez el 6 de julio de 2007, y se visitó una por una cada una de las estaciones de servicio de esas comunas. Para determinar su estado, se confeccionó un Check List que integra toda la normativa vigente, local y nacional. La información fue recolectada y analizada por el personal de la Dirección de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Este programa piloto constituye la primera etapa de un proyecto de mayor alcance que durante 2016 dará seguimiento a la totalidad de las estaciones de servicio de la Ciudad. Como recién se analizaron las primeras 4 Comunas, este informe de avance no es representativo del conjunto de la Ciudad. No obstante, significa un alerta acerca de un problema estratégico pendiente. Nos proponemos que el informe final se convierta en un insumo referencial para la formulación de una política pública de mediano y largo plazo.