Figura imprescindible de los derechos humanos, Hebe formó parte desde 1977 de las primeras rondas y encuentros que las Madres organizaron para pedir por la aparición con vida de sus hijos e hijas secuestrados.
Dos años más tarde fue elegida presidenta de la asociación que condujo hasta su muerte y desde la cual se constituyó como un símbolo de la lucha contra la impunidad de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar.
La Defensoría del Pueblo recuerda su compromiso inclaudicable con la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Foto: Página/12