El incremento se producirá «desdoblando el porcentaje citado en tres tramos no acumulativos, resultando un aumento de 5,5% a partir del 1° de julio de 2019, de 6% a partir del 1° de agosto y de 6% a partir del 1° de septiembre de 2019”.
Recordemos que en enero de 2019, la Resolución 933/2018 autorizó el primer aumento del año en las cuotas de las entidades de medicina prepaga, que ascendía al 5% (CINCO POR CIENTO) a partir del 1° de febrero. Y a fines de marzo, la Resolución 592/2019 autorizó el segundo tramo de aumento que comenzaría el 1° de mayo con un 7,5% (SIETE CON CINCUENTA POR CIENTO), siendo estos aumentos generales, complementarios y acumulativos, como lo son usualmente. Con la tercera resolución del año relativa a los aumentos en las cuotas de medicina prepaga, se instala como novedad el aumento en tramos no acumulativos, aunque sucesivos en el tiempo; este aumento del 17,5% se dará a lo largo de tres meses, iniciando en julio próximo.
Desde el Programa de Estudios Tributarios e Impositivos para la Administración Pública de la Defensoría del Pueblo porteña hemos estado siguiendo la evolución de las cuotas de estas entidades desde el 2015 en adelante. Así, durante 2018, hubo cinco aumentos acumulativos sobre los valores de dichas cuotas, desde febrero hasta diciembre último. Estos incrementos arrojaron un aumento acumulado del 40,83%. Ejemplificando de manera sencilla, por cada $1.000 pagados en concepto de cuota en enero 2018, en diciembre pasado se transformaron en $1.400,83.
En lo que respecta al año en curso, desde febrero hasta el mes de mayo último, el aumento registrado ascendía a 12,88%. Con el aumento del 17,5 % en tres tramos, que inicia en julio y culmina en septiembre, el porcentaje acumulado sería del 32,63%. Nuevamente, si ejemplificamos a partir de cada $1.000 pagados en enero 2019, en setiembre se convertirían en $1.326,30.
Ahora bien, cuando nuestras comparaciones escapan del año calendario y se acumulan los aumentos de los años anteriores, los resultados son, evidentemente, aumentos más abultados en este tipo de gasto de las familias. De esta manera, si consideramos estos incrementos desde enero de 2018 hasta septiembre 2019, el acumulado reporta un 86,78% en el lapso de casi dos años. Es decir, por cada $1.000 de enero 2018, en septiembre 2019 he de abonar $1.867,80.
Cuando ampliamos el rango temporal de nuestro análisis, y nos retrotraemos a principios de 2015, el resultado es de un 352,40% de aumento desde enero 2015 a septiembre 2019.
En el siguiente gráfico ejemplificamos lo anterior, partiendo de una base de $1.000 de cuota en enero 2015, y culminando en septiembre 2019 con una cuota equivalente de $4.524.
Es conocido el hecho de que la estructura de costos de estas entidades evoluciona de la mano de los cálculos actuariales (relativos a la evaluación de riesgos); el incremento del costo de las prestaciones obligatorias, suplementarias y complementarias; la suba de salarios que surge de las paritarias del sector; las nuevas tecnologías; las reglamentaciones legales que modifiquen o se introduzcan al Programa Médico Obligatorio; y el incremento de costos de recursos humanos en general. Los costos laborales representan alrededor del 74% de los costos totales del sector. También se argumenta que los recursos vinculados con la tecnología se relacionan con la moneda estadounidense, por lo que los vaivenes del mercado cambiario impactan también sobre dicha estructura de costos. Si analizamos la relación existente entre el valor del dólar y el de la medicina prepaga, como realizamos en el próximo gráfico, descubrimos que la misma no es lineal. En el seguimiento desde enero 2015 a mayo 2019 podemos ver que hubo meses donde la variación del valor de la cuota de las entidades de medicina prepaga ha sido mayor a la variación en el valor de la moneda extranjera; mientras que en otros esta relación fue a la inversa. No obstante, en el 2018 y 2019, las diferencias entre tipo de cambio y medicina prepaga se acrecientan; siendo mayor la variación acumulada en el tipo de cambio, que aquella correspondiente a las medicinas prepagas.
En lo que refiere a la inflación anual dada por la evolución del Índice de Precios al Consumidor medido por el INDEC, en los años previos la suba en la cuota de estas entidades estuvo por encima del valor de la inflación medida por el Índice de Precios al Consumidor. El 2018 sería la excepción, dado que la inflación anual fue del 47,60%, y la suba en el año del valor de las cuotas de medicina prepaga ascendió a 40,83%. Nuevamente, si tenemos en cuenta que, desde enero a diciembre 2018, el peso argentino se devaluó un 105,76%, podemos afirmar que no hubo un traspaso equivalente de los movimientos en el valor de nuestra moneda a la variable inflación, y además, por los datos recién analizados, tampoco hubo un traspaso de igual proporción entre inflación y valor de las cuotas de las entidades de medicina privada. No obstante, los tramos de aumentos recientemente anunciados, y que se suman a los ya acaecidos, intentan equipar estas disparidades, por lo que se espera un 2019 donde las cuotas de las entidades de medicina prepaga vuelvan a subir por encima del promedio de suba de los precios generales de la canasta argentina. Esto seguramente ha de traer consecuencias sobre la cantidad de afiliados y sobre el tipo de prestación elegida por los mismos, en pos de seguir manteniendo la atención de la salud a través de la provisión privada de la misma.