En reiterados pedidos de informes y monitoreos presenciales se solicitó al Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño el cumplimiento de las medidas de prevención e higiene en el ingreso a cada uno de los paradores y hogares convivenciales que albergan niños, niñas y adolescentes.
La Ciudad cuenta con cuatro hogares de gestión estatal propios, otros pertenecientes al circuito de atención para chicos en situación de calle (CAINNA, la Balsa y la Boquita) y una red de más de treinta hogares conveniados con organizaciones no gubernamentales.
A fin de resguardar a los niños y niñas en los hogares se dispuso la suspensión de nuevos ingresos y se habilitó un Centro de Atención Transitoria para las nuevas situaciones de emergencia.
A pesar de estas medidas, consideradas oportunas y adecuadas, se detectó que el contacto del personal que rota por los distintos dispositivos ha generado el ingreso del virus a varios de los hogares hasta ahora preservados. Así, el Hogar conveniado “Apapachar” sufre hoy el contagio de 26 de los 29 niños alojados.
La Defensoría se ha puesto a disposición de la red de hogares, así como de los y las trabajadores y trabajadoras de la infancia de todos los dispositivos, a fin de cooperar en lo que sea necesario para la emergencia durante la pandemia de COVID-19.
En una nota remitida en el día de la fecha por el Defensor del Pueblo Alejandro Amor a la Ministra de Desarrollo Humano y Hábitat se exhorta a tomar los recaudos necesarios para completar los hisopados en el conjunto de hogares conveniados o estatales y realizar la supervisión necesaria para contener la propagación del COVID-19 allí.
“Entendiendo que los niños, niñas y adolescentes son población de absoluta prioridad en la ejecución de las políticas públicas y de los recursos del Estado, que es en estos casos su directo responsable, nos ponemos nuevamente a disposición para toda acción que evite la propagación de la pandemia”, señala la nota remitida.