En la actualidad se encuentra en elaboración la actualización del Plan Urbano Ambiental (PUA) para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el cual será tratado por la Legislatura porteña, vinculado a la integración socio urbana, la equidad de género, el cambio climático y la digitalización.
Este proyecto se encuentra motivado y enmarcado por el artículo 31 de la Constitución de la Ciudad, que reconoce el derecho a una vivienda digna y prioriza a las personas de los sectores de pobreza crítica.
El PUA constituye la ley marco a la que se debe ajustar la normativa urbanística y las obras públicas de la Ciudad. Este proceso requiere compromiso y participación de organizaciones vecinales, instituciones, cámaras, organizaciones de la sociedad civil, legisladores, y autoridades de las 15 comunas. El trabajo es conjunto y la mirada antropológica surge como la herramienta que permite articular el abordaje de proyectos en términos de planificación urbana y territorial.
En este sentido, la institución viene desarrollando una intensa tarea para encausar el cumplimiento de los objetivos anteriormente mencionados en relación a los procesos de integración socio-urbana, que puede resumirse en acciones desarrolladas como la participación en las Mesas de Gestión Participativa, Mesas técnicas y Mesas de temas específicos y casos particulares, la realización de informes técnicos y visitas a las obras en ejecución, la apertura y gestión de trámites destinados al seguimiento de los PISU y denuncias individuales de vecinos de los barrios, la elaboración de recomendaciones, el acompañamiento y veeduría de relevamientos, elecciones barriales, operativos censales, entrega de viviendas y procesos de relocalizaciones y la elaboración de informes de investigación sobre temáticas específicas referentes a estos procesos.
La Defensoría recomendó incluir los Procesos de Integración Socio Urbana de villas y asentamientos de manera permanente, como una herramienta de actuación en el marco del proceso de formalización y regularización de los barrios populares e incorporar al resto de la Ciudad aquellos barrios que ya hayan completado el proceso de integración, para evitar la degradación urbano ambiental y la vulnerabilidad social.