Pokemon Go es un juego para smartphones, de realidad aumentada, en donde el usuario deberá ir por la Ciudad atrapando los distintos pokemones, haciendo paradas en distintos lugares para recolectar herramientas y haciéndolos luchar en distintos “gimnasios pokemon.” La aplicación presenta un mapa que refleja las calles y caminos reales de cada ciudad o pueblo donde se encuentra el usuario.
Pokeparadas: son lugares que, por lo general, poseen algún valor artistico, historico o cultural donde el usuario suma puntos de experiencia y recolecta herramientas para atrapar pokemones. Aparecen en el mapa como cuadrados azules.
Gimnasios: la descripción es parecida al de la pokeparada con la diferencia que aquí se hace pelear a los pokemones.
Se recomienda:
-Descargar la aplicación oficial de la empresa Niantic a través del Google Play o Apple Store para evitar adquirir una aplicación falsa que pueda infectar nuestro dispositivo y robarnos datos.
-Prestar suma atención al caminar y cruzar calles mientras se juega.
-No jugar mientras se conduce. No solo peligra la integridad física del conductor sino la de los demás.
-No ingresar a propiedades privadas o zonas restringidas.
-Evitar vincular la cuenta de gmail con la aplicación para no facilitarle aquellos datos a la empresa que desarrolló el juego, teniendo en cuenta que ya se proporciona datos del GPS.
-Tener precaución a la hora de ir a una parada específica o gimnasio ya que son lugares estratégicos en el juego donde concurren varios usuarios al mismo tiempo y esto es usado por personas para cometer delitos. No hacerlo solo o hacerlo dentro de algún vehículo (mientras no se conduce).
Para saber:
-Al sacar una foto con la app -sucede con la mayoría de los dispositivos inteligentes actuales- la misma conserva cierta información (metadatos) mediante la cual se pueden saber ciertos datos de quien la sacó (fecha, hora, lugar, dispositivo).
-La aplicación requiere, para poder descargarla, datos de identidad, ubicación(usa ubicación del dispositivo), fotos/multimedia/archivos (utiliza varios archivos del dispositivo), cámara, info de bluetooth (permite a la aplicación controlor el Bluetooth, incluído el envío de información o la obtención de información sobre dispositivos bluetooth cercanos.
Cazador cazado
Por Eduardo Peduto (*)
En estos días tanto los medios de comunicación como las charlas y momentos de intercambio entre personas se vieron atravesados por el retorno de “Pokemon”. El conocido animé nos remite a los años 90 y vuelve a ser furor de modo “recargado” con el aditamento de los adelantos tecnológicos, ocupando un lugar de protagonismo masivo.
¿Cómo impacta el “Pokemon Go” en nuestra subjetividad?
Podemos pensar un entrecruzamiento de cuestiones al respecto, donde paradójicamente los “atrapadores terminan siendo atrapados”. Se concretiza el dicho popular “cazador cazado”, cada vez que, en la ilusión del juego se observan personas corriendo por las calles, buscando donde no hay, irrumpiendo en lugares y situaciones, perdiendo la dimensión del tiempo/espacio. Así lo virtual invade las realidades cotidianas…a riesgo de quedar la vida subsumida en el juego…
Atrapando Pokemones se pasa el tiempo, se escapa de la realidad. Este poderoso elemento podría constituirse en un verdadero distractor como mecanismo de control social, que dirige la mirada hacia otros intereses y sucesos.
Así en estas secuencias de juego, la masificación cubre a los individuos, transformándolos en consumidores y espectadores, más que en ciudadanos.
El ciudadano, en este planteo, sería aquel sujeto que puede pensar, elegir y hasta jugar el juego, siendo consciente de las reglas que propone tanto explícitas como implícitas.
Y, como irónica paradoja, “cazando” pokemones terminás cazado por el juego toda vez que a partir de que te introducís en él, él se introduce en vos y reconstruye –para quienes vos desconocés pero que monitorean en Google- tu vida cotidiana y la de los tuyos que, voluntariamente o no, quedan incluidos en este transcurrir lúdico.
Desde nuestro lugar promovemos la construcción de ciudadanía digital de manera responsable, activa y participativa.
(*) Titular del Centro de Protección de Datos Personales de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires
