El pedido de la prótesis de válvula aórtica era para una jubilada de 82 años afiliada al Pami, que estaba internada desde hacía cinco meses en la clínica Nuestra Señora del Pilar a la espera de la prótesis.
Se solicitó al área de consultas del Pami los movimientos del expediente. Desde allí, informaron que el expediente se encontraba en el área de Prestaciones Especiales de la UGL de San Martín, quienes deberían dar el pase a Pami Central.
El día 16 de junio, personal de la Defensoría Adjunta se presentó en las oficinas de la UGL-8 de San Martín, con copia de la disposición del Pami Central, y se instó que se derive a la paciente a un centro de Alta Complejidad que cuente con cirugía cardiovascular para revaluar el caso y determinar una solución.
El mismo día se determinó el prestador autorizado y se designó a la Fundación Favaloro. Una vez realizada la evaluación, la familia comunicó a la Adjuntía que la prótesis se encontraba en la clínica y que iban a realizarle la intervención correspondiente en el transcurso de esa semana.
