Por esta razón, se solicitó informes a la Agencia de Protección Ambiental y a la Dirección General de Tránsito y Transporte del Gobierno de la Ciudad acerca de diversas cuestiones referidas al trazado y ejecución del mismo, el cual tendrá un desarrollo de 550 metros de largo entre Pedro Lozano y Marcos Sastre, calculado para permitir el paso de camiones y transporte urbano.
Dadas estas características, se pidió también el estudio de impacto ambiental correspondiente a la obra planteada, los pliegos de la licitación a cargo de AUSA, la forma en que se desarrollarán los cruces peatonales mientras se encuentre en construcción y que se informe si se contemplaron acciones que mitiguen el impacto económico sobre los comerciantes de la zona durante la ejecución del túnel.
Foto: Rodrigo Néspolo/La Nación