¿Qué es el cáncer de mama?
Es una enfermedad causada por la multiplicación anormal de las células de la mama que conforman un tumor maligno. En nuestro país es la primera causa de muerte por tumores en mujeres. La detección precoz, el diagnóstico preciso y el acceso a un tratamiento oportuno y adecuado aumentan las posibilidades de curación.
¿A quiénes afecta?
El cáncer de mama es el más común entre las mujeres, y afecta mayormente a aquellas que tienen entre 45 y 70 años. Si bien también puede afectar a los hombres, solo el 1% de los cánceres de mama se presenta en ellos.
¿Cuáles son sus factores de riesgo?
Se desconoce la causa que provoca su desarrollo, pero sí es sabido que algunos factores aumentan el riesgo de enfermar, por ejemplo: ser mujer mayor de 50 años, poseer antecedentes personales y/o familiares de cáncer de mama, haber tenido una menarca (primera menstruación) precoz o una menopausia tardía, una edad avanzada en el momento del primer parto, tratamientos prolongados con hormonas exógenas o no haber tenido hijos.
El sobrepeso, el sedentarismo, el tabaquismo y el consumo de alcohol pueden conducir a una mayor posibilidad de desarrollar cáncer de mama. Estos últimos son factores de riesgo llamados “modificables”, es decir, aquellos que podemos cambiar adoptando un estilo de vida saludable que incluya: realizar ejercicio físico, moderar la ingesta de alcohol, no fumar, tener una alimentación basada en una dieta baja en contenido graso, variada y alto consumo de vegetales. La lactancia materna también tiene un efecto protector.
Entre los factores de riesgo el hereditario es considerado el más importante. Sin embargo, no es el más frecuente, ya que solo entre un 5% y 7% de las pacientes con cáncer de mama tienen una base genética en su origen.
Prevención
Lograr una detección precoz para mejorar el pronóstico y la supervivencia de las pacientes es fundamental, ya que no hay una forma para prevenir el cáncer de mama de forma absoluta.
El autoexamen de mama es una herramienta para la prevención. Se trata de un chequeo que cada mujer puede realizar en su casa, una vez por mes. Consiste en un simple examen físico y visual para palpar y observar las mamas con el fin de detectar la presencia de protuberancias, dolor o cualquier cambio en la textura, color o forma de las mamas, los pezones y las axilas. Ante cualquier anomalía se recomienda la consulta con un/ una profesional. El autoexamen no reemplaza la consulta con el/la ginecólogo/a.
Con respecto a los estudios de rutina para detectar la enfermedad, la Sociedad Argentina de Mastología sostiene que “las mujeres que no presentan ningún síntoma en las mamas y no tienen antecedentes familiares deben realizar la mamografía de manera anual a partir de los 40 años. Antes de esa edad se recomienda una ecografía mamaria anual, práctica que suele continuarse ya que es de mucha utilidad como complemento del examen físico y de la mamografía. Aquellas mujeres que presentan antecedentes familiares de cáncer de mama deben comenzar a realizar sus controles con el mastólogo diez años más temprano que la edad a la que se enfermó el familiar. En estos casos, a la mamografía y ecografía se les agrega una resonancia nuclear magnética mamaria, también de forma anual, y se aconseja la consulta al especialista cada 6 meses”.
En los casos en que la mamografía muestre una imagen sospechosa de cáncer, se procederá a la realización de una biopsia, es decir, a la toma de una muestra de aquella lesión, que dará una mayor certeza sobre el diagnóstico. Una evaluación diagnóstica completa permitirá elegir el mejor tratamiento posible para cada caso en particular.
Tratamiento
Cuando se detecta precozmente, precisar el diagnóstico y realizar el tratamiento adecuado aumenta las posibilidades de curación. Pero cuando la detección es tardía las chances disminuyen.
Existen distintos tipos de tratamiento: cirugía, radioterapia, quimioterapia y hormonoterapia. El tratamiento puede incluir más de una opción. La indicación adecuada depende del tipo de cáncer, su estadio y de las características de cada paciente.
En el caso de que el tratamiento indicado incluya la realización de una mastectomía (cirugía en la que se extirpa todo el tejido mamario), de acuerdo a lo establecido en la Ley Nacional 26872: “Todos los establecimientos de salud públicos y las obras sociales enmarcadas en las leyes 23.660 y 23.661, la Obra Social del Poder Judicial de la Nación, la Dirección de Ayuda Social para el Personal del Congreso de la Nación, las entidades de medicina prepagas y las entidades que brinden atención al personal de las universidades, así como también todos aquellos agentes que brinden servicios médicos asistenciales independientemente de la figura jurídica que tuvieren, deben incluir la cobertura de la cirugía reconstructiva como consecuencia de una mastectomía por patología mamaria, así como la provisión de las prótesis necesarias”.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los hospitales generales de agudos cuentan con profesionales en ginecología y patología mamaria para que realices una consulta y/o el chequeo mamario anual. La atención es pública y gratuita. Consultá aquí el más cercano a tu domicilio.