Bandera Argentina
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Nocturnidad, consumo de sustancias psicoactivas y narcotráfico

Es el título del primer informe del Observatorio de Derechos de las Víctimas de Narcotráfico y allí se analizan las formas de recreación de los jóvenes en la actualidad y del consumo problemático de sustancias psicoactivas en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Este informe describe escenarios y contextos que subyacen en el consumo en general, en particular de alcohol y demás sustancias estupefacientes. Ha sido elaborado por profesionales experimentados en la temática, con especial énfasis en la labor territorial y con la participación de los principales actores involucrados, entre ellos, médicos, toxicólogos, magistrados, jóvenes, padres, madres y referentes de base. Asimismo, cita los recursos destinados al abordaje de las adicciones, con indicación de los organismos e instituciones que intervienen; a la vez, plantea reflexiones sobre acciones públicas pendientes de ejecución y propone algunas medidas al respecto, las que podrán ser enriquecidas con el aporte de todas las áreas de competencia.

«La realización de este trabajo constituye un nuevo aporte de la institución a la resolución de problemáticas en las que existe la imperiosa necesidad de un trabajo mancomunado con todos los sectores del Estado y la sociedad en general. Cuando el Estado no ocupa el lugar que le corresponde y no se hace cargo de la problemática de la ciudadanía, aparece un Paraestado que rápidamente se organiza avanzando sobre los más débiles y dejándolos en una situación de absoluto peligro. Afortunadamente, en los barrios de la Ciudad donde los derechos están más vulnerados, existe también la presencia activa y el trabajo idóneo de los sacerdotes de la Pastoral Villera, siempre abrazando la vida de los pibes que sufren a causa de las adicciones y con quienes trabajamos muy articuladamente», subrayó el Defensor del Pueblo Alejandro Amor.

«En las villas -donde la Defensoría está presente con una sede en cada una- encontramos además la labor de las organizaciones sociales que, desde un comedor comunitario, una parroquia o un merendero, atienden las necesidades urgentes de quienes tienen todos sus derechos vulnerados, porque el hambre y la salud no admiten demoras. En ese tiempo y en ese lugar, también están las madres, las valientes Madres en Lucha contra el PACO que, por sus hijos y los hijos de otras madres, siempre dan muestra de su fortaleza en la lucha incansable por el efectivo ejercicio de sus derechos. En reclamo para que el Estado acompañe, atienda y prevenga el flagelo que con dolor atraviesan. Contrarrestar la oferta de estupefacientes y asistir a las personas vulneradas por el consumo de sustancias psicoactivas requiere de intervenciones articuladas y de políticas públicas que estén a la altura de esta problemática que atraviesa a toda la ciudadanía. No podemos estar ausentes, y no vamos a estarlo. Por los derechos de los que más nos necesitan», destacó Amor.

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