Jorge Arguello, presidente de Embajada Abierta, señaló a modo de apertura que “la migración es uno de los temas más complejos que tiene el mundo por delante, porque no sabe qué hacer con la crisis migratoria. No hay respuestas claras y eficientes a este fenómeno”.
Además, destacó la capacidad histórica de la región para resolver el fenómeno de la migración y aseveró que “el Pacto Global está en la dirección correcta: los derechos humanos. Migrar con derechos debe ser el objetivo”.
Sobre la jornada, aseguró que se trata de un primer encuentro y que habrá otros de proyección internacional durante 2018 para «acompañar el debate de los países que integran la ONU».
A continuación, Lelio Mármora (director del Instituto de Políticas de Migraciones y Asilo, y director de la Maestría en Políticas y Gestión de las Migraciones Internacionales de la UNTREF) se refirió a la crisis de gobernabilidad migratoria: “Hay fallas en las respuestas. Se implementan acciones que en lugar de solucionar problemas, los generan”.
Por otra parte, se refirió a las causas de esa crisis entre las que señaló el aumento histórico de los migrantes en situación irregular; la ruptura de la funcionalidad migratoria; los conflictos sociales en torno al fenómeno; los negocios vinculados al tráfico de personas, la corrupción administrativa, las agencias de seguridad, vigilancia y deportaciones, y los centros de detención; y las incongruencias entra las políticas migratorias y los pactos regionales e internacionales.
“Las nuevas respuestas no son suficientes para la realidad migratoria. Ante la globalización excluyente y desigual es necesaria una mayor conciencia universal de los derechos humanos y un desarrollo humano de las migraciones que pongan al migrante como sujeto de derecho y como actor proactivo en la sociedad que lo recibe”.
Por su parte, María Inés Pacecca (docente e investigadora del Instituto de Ciencias Antropológicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA) disertó sobre el contexto y el proceso de discusión del Pacto Mundial de Migraciones: “El acuerdo es un proceso de diálogo liderado por los Estados, con el auspicio de Naciones Unidas para una migración segura, regular y ordenada”.
Sobre el mismo aseguró que establece condiciones de seguridad y dignidad de los movimientos poblacionales así como la ampliación de los canales de ingreso y de permanencia regular, y que reconoce las múltiples causas que impulsan las migraciones.
Por último, destacó la experiencia en América del Sur, sus flujos interregionales, espacios de dialogo consolidados y el Acuerdo de Residencia entre los Estados miembros del Mercosur: “La región tiene problemas y desafíos específicos. Muchos de los estándares que propone el Pacto Mundial son regresivos para los existentes en la región”.
Abraham Leonardo Gak, Defensor del Pueblo de Morón y director de la revista “Voces en el Fénix”, sostuvo que si bien desde sus inicios la Argentina es un país receptor de migrantes, “estamos lejos de ser un paraíso para los extranjeros. Es tarea fundamental desarticular la construcción discriminatoria, xenófoba y racista del otro, para lograr la incorporación plena de los migrantes en nuestra sociedad”.
Asimismo, se refirió al cambio climático y el impacto que tendrá sobre los procesos migratorios: “Según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones, afectará a 200 millones de personas para el año 2050”, recordó.
En relación a la integración e informalidad laboral de los inmigrantes en Argentina, Gladys Baer (docente, socióloga y magíster en Políticas de Migraciones Internacionales de la UBA) aseguró que cuentan con un porcentaje de actividad y empleo mayor al de los argentinos nativos, pero que la mitad lo hace en trabajos no registrados: “Hay un déficit estructural que necesita ser atendido. Esta es una problemática pendiente de resolver para avanzar en el desarrollo del trabajo formal y digno”.
Diego Beltrand, director regional de la Organización Internacional para las Migraciones para América del Sur, expuso sobre las contribuciones del acuerdo que se aprobará el próximo año: “No hay un marco jurídico global que haga efectivos los derechos de los migrantes. El Pacto Global expresa la voluntad de los Estados de encontrar marcos de gobernanza y estándares reconocidos por todos los países”.
Además, abordó los aportes en el plano regional de la Conferencia Sudamericana sobre Migraciones, el enfoque de derechos humanos, la centralidad de las personas migrantes y la contribución de América Latina al marco global.
A modo de cierre, el Defensor del Pueblo Alejandro Amor aseguró que “la migración es un derecho humano, según la definición de la ONU. No hay migrantes sino seres humanos que deben gozar de la integralidad de los derechos, porque todos somos iguales”.
“Las migraciones serán una de las problemáticas centrales de la humanidad en los próximos años. En la Unión Europea, por ejemplo, hay procesos de integración económica, comercial y financiera. Pero los migrantes son vistos como enemigos. La experiencia de la migración en Argentina y América Latina es un camino a seguir. Acá los procesos de movilidad son mucho más abiertos que en otros países”, cerró el Defensor.
Sobre la Declaración de Nueva York y el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular
La Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes fue adoptada en forma unánime por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 19 de septiembre de 2016, y tiene como objetivo mejorar la respuesta de la comunidad internacional ante los grandes desplazamientos de refugiados y migrantes.
Expresa la voluntad política de los dirigentes mundiales de salvar vidas, proteger derechos y compartir la responsabilidad a escala mundial.
Constituye el eje central de la solidaridad mundial y la protección de los refugiados y migrantes a partir del conjunto de compromisos acordados por los Estados Miembros, que establece que la protección de aquellos que llegan a los países, y el apoyo a los naciones que los reciben, son una responsabilidad internacional compartida que debe ser distribuida de forma más equitativa y previsible.
La Declaración de Nueva York contiene dos Anexos: el I aborda un marco de respuesta integral para los refugiados, con vistas a la firma de un acuerdo global; y el II establece medidas para concertar el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, durante 2018.
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