El presente informe parte de las consideraciones realizadas por escrito por las Coordinaciones de Vivienda y Hábitat, y Promoción Social. A partir de un diagnóstico sobre la problemática de personas de situación de calle, el trabajo busca evaluar las políticas públicas vigentes orientadas a esta población; y proponer diversas líneas de acción que podría tomar nuestro organismo en el tema.
Breve diagnóstico de la problemática: las personas en situación de calle en la Ciudad
Al analizar la problemática de las personas en situación de calle, es importante destacar que nos encontramos ante una población heterogénea, con diversas características y necesidades.
Cabe destacar que esta población, de claras características urbanas, se encuentra desposeída de todo tipo de infraestructura básica, entendiendo esto desde un techo hasta los recursos necesarios para satisfacer las necesidades primarias de cualquier ser humano. Encontrarse en situación de calle implica obtener en ella todos los recursos necesarios para el desarrollo de la vida. Los vecinos sin techo carecen de los bienes y servicios fundamentales que ofrece la Ciudad, encontrándose inmersos en una estructura difícilmente rebatible por sus propios medios. Entre los servicios carentes se destaca la dificultad que encuentran los vecinos que pernoctan en la vía pública para acceder a los sistemas de salud y de educación, indispensables para el desarrollo de la vida.
Los motivos que llevan a que una persona o familia termine viviendo en la calle son muy disímiles. Pueden resumirse dos circunstancias bien distintas que llevan al mismo resultado. Aquellas personas que llegan a esa situación como consecuencia de un acontecimiento único (acontecimiento en el plano económico y/o social que desencadena una serie de rupturas que van llevando a las personas a alejarse de aquellos vínculos que los mantienen dentro de la sociedad); y aquellas personas que pierden su vivienda como consecuencia de una degradación progresiva de su situación socio económica.
Asimismo, es preciso destacar la importancia que adquiere la distinción entre las personas que se encuentran en situación de calle de forma transitoria (o para quienes esta situación es reciente) y las que se encuentran de manera permanente (o para quienes esta situación es crónica.
Si abordamos las diversas situaciones de personas en situación de calle podemos pensar la siguiente clasificación:
Pobres estructurales / personas en situación de calle crónica: llevan un período prolongado en situación de calle y/o nunca tuvieron acceso a una vivienda como tal.
Personas con problemas de salud mental o con consumo problemático de estupefacientes: debido a sus problemas de salud estas personas rompieron relación con sus redes y/o de contención; algunos de ellos han egresados de instituciones de salud mental sin un abordaje social efectivo.
Migrantes internos: migraron por una oportunidad laboral que fracasó o por una situación específica, como ser un tratamiento médico de un integrante de la familia. También dentro de este grupo se encuentran aquellas personas que tienen alguna actividad laboral en la Ciudad durante parte de la semana y perderían gran parte del dinero ganado en transporte si viajaran todos los días (ej: recolectores urbanos de residuos).
Migrantes de países limítrofes: personas que no pudieron incorporarse al mercado laboral y que por distintos motivos se dio una ruptura con sus redes de contención y/o con sus familiares asentados en el país.
Personas que vivencian una mala situación económica reciente: generalmente, personas en riesgo a la situación de calle que por diversos acontecimientos sufren una degradación paulatina de su ya precaria situación económica (desalojo, pérdida de empleo, etc.).
Mujeres víctimas de violencia de género: algunas mujeres víctimas de violencia se ven compelidas a dejar su vivienda, y en algunas ocasiones al no contar con otros vínculos sostén, terminan es situación de calle. No es un grupo mayoritario en situación de calle.
Debe considerarse que la permanencia “en calle” dificulta las posibilidades de reinserción social. Con el tiempo, estas personas van acrecentando su grado de anomia respecto a la comunidad en general. Asimismo, se observa una clara falta de organización, pese a que forman, en todas partes del mundo, un numeroso colectivo social que comparte intereses similares. La falta de arraigo se vincula, en gran parte, con las características nómadas de esta población, que implican la imposibilidad de asentarse en un lugar específico y la circulación por distintos espacios públicos, como plazas, guardias de hospitales, bajo puentes o bajo autopistas, puertas de iglesias o edificios, etc.
Evaluación de las políticas públicas vigentes
Actualmente el abordaje a las personas en situación de calle por parte del ejecutivo local se realiza principalmente a partir de cinco herramientas: BAP, subsidio habitacional, paradores, hogares y censo.
BAP:
Atiende a las personas en situación de calle por oficio o a demanda. Cuenta con equipos profesionales que recorren la ciudad en móviles propios.
Orienta sobre trámites y requisitos de los programas, entrega viandas y frazadas. En el caso de que haya plazas libres en paradores, y de que las personas quieran ingresar en los mismos, realiza las derivaciones pertinentes. También articula con el subsidio habitacional cuando las personas en calle cumplen con el requisito de residir en la ciudad de buenos aires durante al menos dos años.
Subsidio habitacional:
Es un subsidio de 4.000 pesos mensuales como tope máximo que pueden recibir las personas en situación de calle o riesgo de situación calle. La finalidad del mismo es asistir económicamente a personas solas y/o familias para que puedan alquilar. Para acceder se debe tener una residencia de 2 años o más dentro de la ciudad; y contar con informe social que constate la situación de emergencia habitacional o de estadía en calle.
Actualmente no existen límites temporales para la recepción del beneficio. Los beneficiarios deben presentar cada seis meses un informe social que exprese que su situación habitacional no ha mejorado para obtener su renovación.
La debilidad principal de este subsidio es su bajo monto, que no guarda relación con los precios del mercado de los alquileres informales a los que se ven obligados a recurrir estas personas. Sobre este punto es necesario tener en cuenta que no se encuentra estipulado un procedimiento de actualización. Los valores quedan desfasados principalmente porque las actualizaciones se realizan esporádicamente. Debe considerarse que desde la creación del programa en el año 2006, el monto ha sido actualizado 4 o 5 veces solamente.
Paradores:
El sistema de alojamiento nocturno de la ciudad se conforma por 3 paradores propios y 5 paradores conveniados. Cada uno de ellos aloja a diferentes poblaciones; existen paradores sólo para varones, solo para mujeres, y paradores para mujeres e hijos/as menores de 14 años.
Si tenemos en cuenta el último relevamiento realizado por el BAP (2018) el sistema de alojamiento nocturno cuenta con alrededor de 650 [1] plazas. El ingreso a estos dispositivos se realiza a través de una derivación del BAP. Una vez ingresado, las noches subsiguientes la persona puede volver a ingresar al parador sin otro requisito que presentarse al mismo al horario establecido (a partir de las 18 horas). En el caso, que por algún motivo dejasen de asistir al parador un día o más, deberán ingresar nuevamente con una nueva derivación del BAP.
Si tenemos en cuenta los datos obtenidos en los dos relevamientos a personas en situación de calle realizados (1.701 personas por el BAP en el 2018 y alrededor 2000 [2] de entrevistados por las organizaciones sociales en el 2017), es claro que la cantidad de plazas ofrecidas es insuficiente.
Además de la falta de vacantes, existen ciertos aspectos organizacionales que desalientan el ingreso a estos dispositivos. Entre estos:
-Desmembramiento familiar: al no existir paradores para familias completas, muchos grupos familiares deben separarse para ingresar al alojamiento nocturno. Tampoco existen paradores de varones en la que se permita el ingreso en compañía de sus hijos/as.
-Problemas de convivencia/ agresiones: producto de hacer convivir bajo el mismo techo a personas con trayectorias de calle totalmente diferente. En muchos efectores conviven personas con problemas de salud mental, consumos problemáticos, junto a personas que terminan en calle por situaciones económicas.
-Problemas con el manejo disciplinario: a medida que transcurre el tiempo en situación de calle, se va acentuando un proceso de anomia que dificulta que las personas puedan habituarse fácilmente a las reglas de impuestas en los paradores. En muchas ocasiones, ante la ocupación plena de las plazas, los trabajadores de esos dispositivos- que son pocos en relación a los alojados- para poder manejar los grupos elevan el uso de sanciones : la sumatoria de sanciones lleva a que los usuarios “históricos” / o “problemáticos” terminen siendo egresados de uno o más paradores.
-Horarios restrictivos para el ingreso: el horario de las 18 hs. impone restricciones al ingreso a las personas que recolectan residuos durante la noche.
Situaciones de inseguridad: robos, hurtos, etc. dentro de los dispositivos.
Hogares:
El ingreso a los hogares se realiza principalmente a partir de derivaciones del parador. Los equipos profesionales son los que derivan teniendo e cuenta la situación particular. Se trata de dar prioridad a aquellas personas que podrían tener más dificultades en valerse por si mismo con un subsidio habitacional. Sin embargo, este es un recurso utilizado pocas veces, dado que la liberación de plazas de personas ya albergadas es poco frecuente.
El GCBA cuenta alrededor de 300 vacantes en hogares propios, además de los dispositivos para personas mayores y aquellos conveniados para personas con alguna discapacidad pero autoválidas. Debe tenerse en cuenta que el Centro de Inclusión Costanera Sur, único dispositivo propio que aloja grupos familiares, cuenta solamente con 140 plazas.
Tampoco existen dispositivos especializados en adicciones y en salud mental. Al igual que en paradores, en estos efectores conviven personas con problemas de salud mental, consumos problemáticos, junto a personas que terminan en calle por situaciones económicas.
Censo:
Desde el año 2011, el BAP realiza un censo anual de a las personas en situación de calle. Su finalidad es obtener información desagregada que posibilite un diagnóstico para políticas puntuales para esta población.
El conteo realizado por el BAP presenta varias deficiencias en torno a su estrategia metodológica que explican la diferencia numérica significativa (número muy inferior), respecto al dato presentado por las organizaciones sociales:
El problema fundamental de la estrategia dada por el GCBA es que no persigue un barrido territorial de la ciudad. El barrido se realiza a partir de una división geográfica del espacio a relevar mediante la utilización de cartografía. En la CABA esta estrategia suele realizarse a partir de la subdivisión del espacio geográfico en conjunto de manzanas. Sobre este punto hay que tener en cuenta que el relevamiento del BAP se realiza en zonas definidas por el BAP como de alta concentración de PSC: avenidas y arterias puntuales, estaciones terminales de tren y zonas aledañas, espacios verdes e inmediaciones, hospitales, bajos autopistas, etc. Por lo tanto, el relevamiento se realiza sobre un recorte de la ciudad. En segundo lugar, sobre este recorte tampoco se realiza un barrido. Las zonas son conformadas por un recorrido de calles y arterias, lugares, inmediaciones, pero no como conjunto geográfico de manzanas a ser recorridas en su totalidad.
Existen además otras limitaciones relacionados con la logística del operativo (los recorridos de visualización de personas se hace en auto) y en relación a la capacitación del personal.
Propuesta: convocar una mesa de diálogo
Como hemos reseñado en los puntos anteriores, las políticas actuales del GCBA orientadas a la población en situación de calle necesitan ser revisadas y reformuladas, con el objetivo de ampliar y mejorar la cobertura estatal sobre esta población.
En este marco, la propuesta principal de esta Conducción Ejecutiva es convocar una mesa de trabajo entre los diversos actores estatales que intervienen en esta temática: Ministerio de Hábitat y Desarrollo Humano, IVC, Ministerio de Desarrollo Social, entre otros. El objetivo de esta mesa debe ser lograr un acuerdo y compromiso por parte del GCBA para mejorar las estrategias vigentes de abordaje de las personas en situación de calle.
Del diagnóstico realizado surgen las siguientes propuestas orientadas a mejorar las intervenciones actuales:
-Incrementar el número de vacantes en paradores y el número de efectores: se vuelve prioritario que el GCBA incrementé drásticamente la cantidad de vacantes disponibles hasta ir alcanzando progresivamente el equivalente a la cantidad de personas en situación de calle efectiva. También es central que se incorporen paradores focalizados o con especialización en discapacidad, en salud mental y en adicciones que no existen en la actualidad. En tercer lugar, también deberían adicionar nuevos establecimientos que permitan alojar a familias para evitar que tengan que desmembrarse para recibir la más elemental asistencia del Estado.
-Incrementar vacantes en hogares. Muchas veces las personas o familias quedan atascadas en el Parador por no contar con disponibilidad de lugares en los hogares. Pedir se incorporare al menos un Hogar que permita alojar a familias.
+Generar una política de presencia diaria en algunos puntos de la ciudad a definir, con camiones preparados con duchas para la higiene de las personas, los cuales deberán contar con la absoluta protección de la privacidad, utilizar el mismo espacio para realizar entrega de raciones de comida. Medida que debe ser de carácter excepcional hasta la resolución de fondo.
+Analizar la posibilidad de armar paradores o puestos transitorios en las terminales de trenes que cuenten también con duchas y provisión de comida. Medida absolutamente excepcional.
+Realizar revisión médica voluntaria de todos aquellos que se encuentren en situación de calle, con la confección de una historia clínica y posible recomendación de derivación en caso de constatarse alguna enfermedad o necesidad de atención.
Implementar un sistema de actualización automática del subsidio habitacional. Solicitar al GCBA que cree un sistema de actualización que tenga en cuenta el valor del mercado de los alquileres informales y que evite el desfasaje que se produce por falta de actualización del monto.
Fortalecer los sistemas de seguimiento de las personas que se encuentran en situación de calle desde el primer día que son alojadas en un parador, de esta manera se podrá efectuar una evaluación que permita determinar el mejor camino a seguir para lograr que alcance la superación de dicha circunstancia.
Generar alguna intervención tendiente al apoyo económico para quienes pernoctan en la ciudad algunos días a la semana por cuestiones de costos de movilidad. Como ser, alguna franja tarifaria especial en hoteles mediante la presentación de una constancia del BAP.
Generar alguna intervención tendiente a brindar apoyo económico a migrantes recientes en situación de calle que no cumplen con el requisito de dos años de residencia en la Ciudad que exige el subsidio habitacional.
Solicitar al GCBA/BAP que defina una estrategia metodológica orientada a contabilizar de forma exhaustiva el mayor número de personas en situación de calle. Estrategias que permitan un barrido a pie de la totalidad del espacio geográfico de la ciudad, como la propuesta por el censo de las organizaciones sociales resulta muy apropiada. Instar a que se mejoren ciertos aspectos de la logística y de la capacitación de los encuestadores. La Dirección General de Estadística y Censo del GCBA podrá ser invitada a la Mesa de trabajo. La misma puede aportar con su conocimiento técnico a la definición de una mejor estrategia metodológica.
Notas
[1] En el Censo 2018 se relevaron en la red de alojamiento los siguientes dispositivos y personas: Parador de hombres de Retiro (146 personas), parador de hombres Beppo Ghezzi (69 personas), parador de mujeres con hijos/as Azucena Villaflor (75 personas), Organización Siempre es Hoy (34 personas), Caritas San Martín (147 personas) , paradores del Ejército de Salvación ( 155 personas) y parador San José de Flores (35 personas).
[2] Tomamos como dato del censo únicamente a las 2.000 personas que fueron efectivamente entrevistadas en la vía pública. No contabilizamos a las personas que fueron contadas pero no entrevistadas dado que nos es imposible constatar si realmente se encontraban en situación de calle y no podemos controlar la posibilidad de casos repetidos. Este dato tampoco tiene en cuenta las personas que se encontraban pernoctando en paradores. El total de 2.000 personas en calle es el dato que publica el Ministerio Público de la Defensa.
Foto: ANRed