La Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires es un órgano de garantía de derechos; por ello fuimos prudentes, acompañamos el proceso de implementación de la Boleta Única Electrónica haciendo las indicaciones y recomendaciones necesarias para que el derecho del electorado esté garantizado. El resultado electoral no fue cuestionado por ninguna de las fuerzas políticas que participaron en la elección.
Ahora es momento de trabajar por la modernización del sistema, el control del voto y la seguridad del escrutinio. La incorporación de tecnología fue aceptada por el electorado porteño. Ahora debemos concentrarnos en lograr que la nueva herramienta esté al servicio de la celeridad de los comicios y el escrutinio pero, sobre todo, en que garantice la plena seguridad de todo el proceso electoral.
El Estado tiene un rol central. Es responsable exclusivo y excluyente del proceso electoral. Cuenta con altísimos niveles de formación profesional y desarrollo tecnológico, ya lo vimos por ejemplo en la creación del ARSAT. Tiene capacidad para desarrollar un sistema propio con transparencia y seguridad, o complementarse con el privado.
Creemos que el aporte de organismos como el CONICET, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y las universidades, va a permitir consolidar un paso más en la modernización de la herramienta electoral que está reemplazando a la boleta de papel tradicional, utilizada por más de un siglo en nuestro país. El avance tecnológico también debe llegar a los sistemas electorales. Pero solo el pleno conocimiento, la plena seguridad de toda la sociedad que la tecnología que se utilice para emitir el voto es segura conseguirá que tenga legitimación.
La provincia de Salta, la Ciudad de Buenos Aires y otras localidades de nuestro país ya han dado el reconocimiento popular. Es necesario ampliar y promover el debate de lo sustancial y más importante: la seguridad informática que se utilice, que conlleva la garantía del derecho al voto, derecho que consagra la representación del Pueblo.
De lo que no queda duda es que el proceso electoral con incorporación de tecnología es irreversible y forma parte de las próximas discusiones políticas.
La sociedad necesita y merece un sistema moderno, ágil, transparente y seguro para votar.
Alejandro Amor
Defensor del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires
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