La jornada, que se celebró el 3 y 4 de septiembre, contó con la participación de representantes de derechos humanos de muchos países latinoamericanos, entre los que se destaca Alejandro Amor, presidente de la Asociación de Defensores del Pueblo de la República Argentina (ADPRA) y Defensor del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El anfitrión del encuentro, Luis Raúl González Pérez, quien preside la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México (CNDH), compartió panel con los y las siguientes referentes internacionales: Raquel Caballero de Guevara, Procuradora de los DDHH de El Salvador; Catalina Crespo Sancho, Defensora de los Habitantes de Costa Rica; Alfredo Castillero Hoyos, Defensor del Pueblo de la República de Panamá; Freddy Carrión Intriago, Defensor del Pueblo de Ecuador; Raúl Lamberto, Defensor del Pueblo de la Provincia de Santa Fe; Francisco Miguel Fernández Marugán, Defensor del Pueblo de España; Alicia Bárcena Ibarra, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe; Ismael Emiliano Rins, Defensor del Pueblo de la Ciudad de Río Cuarto; Nadia Cruz Tarifa, Encargada de la Defensoría del Pueblo de Bolivia; y Augusto Jordan Rodas Andrade, Procurador de los Derechos Humanos de Guatemala.
“El migrante es vulnerable y es vulnerado. Y la trata de personas es un delito aberrante que crece también de la mano de la migración”, aseguró Amor, quien criticó la “construcción de muros” que –aseveró- “no podrán frenar la migración, porque la migración es lucha por la vida, la libertad y la dignidad de las personas”.
“Las caravanas avanzan; los muros se construyen; la xenofobia se incrementa; y la trata de personas se consolida. Debemos reaccionar frente a la confusión de dirigentes mundiales que se miran a sí mismos y no ofrecen soluciones”, añadió Amor.
Por último, el presidente de ADPRA vinculó la Agenda 2030 con Laudato Sí, la segunda encíclica del Papa Francisco que, entre otras cosas, promueve la defensa del medio ambiente. “Los dirigentes políticos de todo el mundo deberían respetar los objetivos trazados tanto por la Agenda 2030 como por Laudato Sí”, reclamó.