Bandera Argentina
Rossen

La Defensoría participó de la audiencia pública por el Parque Costero BA

La encargada de representar al organismo fue la arquitecta Bárbara Rossen, quien criticó el proyecto que busca instalar una playa pública en Costanera Norte. Entre otros puntos, habló sobre la contaminación del agua de esa zona, donde está prohibido bañarse.

La arquitecta Bárbara Rossen, del área de Derechos Urbanos, Espacio Público y Medio Ambiente de la Defensoría, participó hoy como oradora de la audiencia pública en la que se analizó el proyecto “Parque Costero BA”, una playa pública de tres hectáreas que estará ubicada sobre tierras ganadas al Río de la Plata, en la Costanera Norte, y a cuya obra se destinarán al menos 1.047 millones de pesos. Rossen participó de la audiencia por mandato de la Defensora del Pueblo porteña, María Rosa Muiños.

“Primero quiero aclarar que desde la Defensoría promovemos la recuperación de la costa del río para usos públicos, pero rechazamos la aprobación del certificado de aptitud ambiental al ‘BA Playa’”, aseguró la arquitecta y luego explicó los fundamentos.

Rossen recordó que el Gobierno porteño informó que “no se harán nuevos rellenos o avances que impliquen una ocupación o modificación de la costa”, sin embargo -explicó la arquitecta- “el proyecto que estamos analizando es todo lo contrario, es un relleno y una modificación del borde costero. En 2021 se aseguró oficialmente una cosa y un año después se hace exactamente lo contrario. En consecuencia, o bien el Certificado de Aptitud Ambiental para el Distrito Joven debería ser revisado (y todo el proyecto suspendido), o bien este proyecto no cumple con aquel Certificado (por lo que no corresponde proseguir con el mismo)”.

Asimismo, la representante de la Defensoría del Pueblo porteña habló sobre la calidad del agua de la zona del proyecto: “Se trata de una playa artificial frente a un río, donde la calidad del agua es un aspecto obviamente central. Sin embargo, no es posible encontrar una definición científicamente válida que informe algo tan básico como cuál es la calidad del agua al mes de agosto de 2022. La línea de base de este estudio de impacto ambiental no es aceptable”.

“Además –prosiguió la arquitecta- está prohibido bañarse en la ribera de nuestra Ciudad desde hace 46 años. Desde entonces se sabe que el agua está contaminada”, dijo y recordó que “de acuerdo con mediciones de la Agencia de Protección Ambiental (APRA), al mes de mayo de 2021, la presencia de Escherichia Coli y de Coliformes fecales era dramáticamente elevada. También estaba por encima de lo permitido la presencia de Nitritos y Fósforo (…) En vez de invertir este enorme presupuesto para mejorar la calidad del agua, se propone el desarrollo de una playa en la cual estará prohibido tocar el agua”, resumió la arquitecta.

En relación a la imposibilidad de bañarse en esta playa pública, Rossen opinó: “No nos dicen qué va a pasar cuando inauguren la playa. ¿Se colocarán carteles de ‘prohibido bañarse’? ¿Agentes de la Policía de la Ciudad tratarán de impedir el contacto de las personas con el agua contaminada?”.

Para terminar, Rossen realizó un balance sobre la posición de la Defensoría: “No es necesario incumplir con las leyes para incorporar nuevos espacios públicos. Y no es necesario ni seguro hacer una playa artificial mientras el agua del río continúe contaminada. Si queremos recuperar la costa del río, en vez de privatizar maravillosas tierras públicas, en vez de cambiar ambiente sano por proyectos inmobiliarios, empecemos por recuperar las 32 hectáreas de Costa Salguero y Punta Carrasco: es lo que corresponde por ley, contribuye al desarrollo de una ciudad sostenible y responde a una verdadera demanda social”.

La audiencia fue convocada por la Agencia de Protección Ambiental porteña (APRA) y se realizó de forma virtual, con participación a través de la plataforma Zoom y transmisión por el canal de YouTube del Gobierno local.