En diversas oportunidades, ella y otros integrantes de la cooperativa llevaron adelante tareas en común, encuentros, mesas de trabajo y diversos tipos de reuniones con el personal de la Defensoría. Durante 2018 el GCBA pretendió reinstalar en la ciudad la incineración de residuos, por medio de la ley 5966 que finalmente fue declarada inconstitucional por la justicia local. Durante aquellas jornadas se realizaron numerosos actos, movilizaciones, audiencias públicas y presentaciones diversas junto ONGs ambientalistas, el movimiento de recuperadores urbanos de la ciudad y naturalmente la Cooperativa El Ceibo, con la activa participación de este organismo.
Cristina Lescano fue una pionera: fundó la primera cooperativa de recicladores urbanos en 1989, cuando salía a revolver la basura bajo el permanente riesgo de terminar presa. No obstante, unos años después consiguió el primer galpón para clasificar los residuos, empaquetarlos y venderlos a las empresas que los reutilizan para fabricar diverso tipo de productos. Con el paso de los años la cooperativa logró ser sustentable, obtuvo premios locales e internacionales y todos sus integrantes son trabajadores en blanco.
La cooperativa El Ceibo recoge papel, cartón, botellas de vidrio, aluminio, telgopor, tetra brick, botellas PET, bolsas de nylon plásticos duros o soplados e inclusive residuos electrónicos (RAEEs) que luego deriva a otra cooperativa especializada. Para más información se puede consultar su página web ingresando en www.elceiborsu.org.
