El mediodía de ayer estuvieron reunidos en el bar notable “Homero Manzi”, ubicado en el barrio de Boedo, ya que el rubro gastronómico es uno de los más perjudicados por la pandemia.
Así como ocurre en otros países del mundo, el avance del Coronavirus en la Ciudad no sólo tiene consecuencias sanitarias para los vecinos, sino también económicas. En materia de actividad comercial, turística y empleo hoy el escenario ya es crítico. Los Defensores preocupados por la situación se reunirán a lo largo de estos meses con algunos de los sectores más afectados para escucharlos y encontrarle la forma de colaborar con ellos.