El Defensor del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Alejandro Amor, junto con el Defensor Adjunto Arturo Pozzali y la directora ejecutiva de la Unidad de Política Institucional, Dolores Gandulfo, recibieron a las empresas argentinas que forman parte de la Mesa Directiva de la Red Argentina del Pacto Global de Naciones Unidas.
El Pacto Global Argentina de Naciones Unidas es la iniciativa de responsabilidad social corporativa más grande del país. Su objetivo es comprometer a las empresas, instituciones educativas y organizaciones de la sociedad civil a cumplir diez principios para proteger los derechos humanos, garantizar los mejores estándares laborales, preservar el medio ambiente y luchar contra la corrupción. La Defensoría del Pueblo porteña forma parte de su Mesa Directiva, electa por votación desde 2018.
La jornada contó con la coordinación de Flavio Fuertes, Coordinador Ejecutivo de la Red empresarial, y trató diversos temas en torno a la defensa y promoción de derechos humanos, medioambientales y laborales en el sector privado. En esta ocasión, la Defensoría -miembro de la Mesa Directiva- fue a su vez sede del encuentro.
Por su parte, el Defensor del Pueblo destacó la importancia y necesidad de instalar la figura del Ombudsperson en las empresas, es decir, una persona con capacidad de actuar de forma objetiva y seria en aquellas ocasiones de vulneración de derechos, especialmente en casos de acoso o maltrato laboral. Gran parte de esas situaciones no son reportadas por los canales formales de la empresa y esto desemboca actualmente en un silencio que afecta el desempeño laboral, y por ende a la empresa en su conjunto. El miedo a hablar suele ser un factor determinante y la situación termina estallando en forma de juicios.
Para evitar esto, Amor resaltó la importancia de contar en el sector con protocolos para accionar frente a la violencia laboral y de género, y especialmente con el Ombudsperson, que tendrá facultades y será imparcial para poder obrar correctamente. No se trata de un modelo sancionatorio sino más bien preventivo, donde conductas molestas e indebidas pueden ser conversadas a tiempo antes de que se escale en los mayores problemas presentes en la actualidad. Se trata, en definitiva, de generar mecanismos de prevención. Y el Ombudsperson es el recurso ideal, equitativo y colaborativo para empoderar, generar respeto y salvaguardar el bienestar de los empleados y las empresas en su conjunto.
Durante la tarde, las empresas participaron de una capacitación en comunicación no sexista para empresas, organizada por el área de Género de la Defensoría del Pueblo, a cargo de María Elena Naddeo. En la misma, se abordó desde una perspectiva histórica y con un análisis coyuntural actual, herramientas para generar un cambio cultural en los distintos actores del sector privado, que permita mejorar la comunicación externa e interna de un modo no sexista.
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