En el marco del Día Internacional del Medio Ambiente, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires realizó una Jornada sobre Derechos Ambientales, el pasado miércoles 8 de junio en la sede de Avenida Belgrano 673. En el encuentro, además, se presentó el Observatorio Ambiental de la Defensoría y su primer informe de trabajo “Gestión ambiental de pilas y baterías usadas”.
La apertura del evento estuvo a cargo del Defensor del Pueblo porteño, Alejandro Amor, quien anunció la creación del Observatorio Ambiental, a cargo del especialista en medio ambiente Antonio Brailovsky, y la publicación del informe sobre pilas y baterías usadas. Amor señaló que “vamos a generar debate con este trabajo y con los que se hagan de aquí en más dentro del Observatorio”.
Asimismo, expresó que será entregado a todos los legisladores, jueces y funcionarios de la Ciudad de Buenos Aires. “También se demuestra el uso de la iniciativa legislativa de la Defensoría porque de la mano del informe va un proyecto de ley a la Legislatura”, concluyó el Defensor.
En el primer panel de la Jornada participaron la Subsecretaria de Derechos Urbanos, Espacio Público y Medio Ambiente de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, Bárbara Rossen, y el titular del flamante Observatorio Ambiental de la Defensoría, Antonio Brailovsky.
Rossen se refirió a la problemática ambiental que generan las pilas y baterías usadas y subrayó que “se trata de residuos peligrosos contaminantes que actualmente en la jurisdicción no cuentan con un tratamiento sustentable, es por eso que se realizó este trabajo de investigación y se elaboró la correspondiente recomendación a la Agencia de Protección Ambiental”.
En tanto, Brailovsky destacó que: “El tema nos lleva a poner en discusión el rol de las grandes empresas que fabrican y/o comercializan pilas y baterías, y en nuestra opinión, estas empresas necesitan ser revisadas y contar con políticas públicas específicas”. El titular del Observatorio Ambiental acentuó que “una estrategia de las grandes empresas en esta sociedad industrial es la obsolescencia programada, es decir pensar en reducir la vida útil de los productos para que se transformen en residuos lo antes posible”.
Por último, Brailovsky dijo que “nuestra logística indica que en cada lugar donde se venden pilas, luego sean recibidas usadas. Esto requiere obviamente una normativa y una discusión del rol y las responsabilidades de las empresas en nuestra sociedad y el papel del estado en el control de esas conductas empresarias”.
Durante su exposición, Nápoli se centró en la Cuenca Matanza Riachuelo y manifestó que: “La autoridad de la Cuenca tuvo un histórico enfrentamiento entre Nación y Ciudad, que se daba especialmente por la relocalización de la población en el espacio de la Ciudad de Buenos Aires. Desde que las autoridades son de un mismo color político pensamos que íbamos a tener mejores novedades, pero no es así”. Además de referirse a la necesidad de un plan integral de gestión de residuos y de un programa de control de vertidos para sanear y depurar el Riachuelo, Nápoli opinó que “el propósito central de la cuestión es que finalmente se pueda conformar la autoridad de Cuenca y que se tengan como eje principal la atención a la población y el ordenamiento ambiental del territorio”.
Por su lado, el fiscal Michienzi relató la tarea que lleva a cabo la UFEMA en virtud de las infracciones ambientales existentes y de las denuncias por maltrato de animales. “Desde hace tres meses hasta el día de hoy ingresaron unas 300 causas, un grupo grande está asociado a reclamos de particulares, otras tantas a partir de denuncias ante fuerzas de seguridad y algunas investigaciones propias de la fiscalía”.
Para finalizar, Invernizzi expuso la actividad institucional de la Defensoría en relación al medioambiente. Remarcó la importancia acerca del trabajo sistemático de casos, el intercambio con los funcionarios y el vínculo con el vecino. “El problema que tenemos es el incumplimiento de la normativa. Porque hay muy buenas leyes, aunque mejorables, pero que se cumplen escasamente y lo que es peor, se conocen muy poco, la ciudadanía apenas está enterada de las buenas normas de protección del ambiente”, enfatizó.
En relación al cambio climático, el Director de Ambiente de la Defensoría requirió la reglamentación de las leyes de las terrazas verdes o las que promueven las energías sustentables. Invernizzi, a su vez, habló sobre los casos de contaminación del aire por hidrocarburos, los ruidos molestos producidos esencialmente por los colectivos y los vehículos de carga, los incesantes inconvenientes por los residuos sólidos urbanos y la subida de las napas y la falta de cuidado por parte del Estado del arbolado público.
