Conscientes de la importancia que esos establecimientos tienen en la sociedad es que la Defensoría había presentado el proyecto de ley 1901-F-14, uno de las cinco iniciativas que formaron parte del texto consensuado en la aprobación inicial.
La posibilidad de otorgarle un marco normativo y, por lo tanto, regulatorio a esta actividad, además de asegurarse la “calidad” del espacio físico donde se desarrolla y de su funcionamiento, es un valioso aporte al desarrollo de la cultura en la Ciudad de Buenos Aires.
La Defensoría también estará presente en la audiencia pública para seguir dando su apoyo a esta actividad hasta la sanción definitiva.