“El Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires es el complemento perfecto para la tarea de la Defensoría”, definió con contundencia el Defensor del Pueblo Alejandro Amor en la reunión en la que participaron su presidente, Federico Saravia, y autoridades de las 26 organizaciones que lo integran: sindicatos, cámaras empresariales, entidades representativas de profesionales, universidades públicas y privadas, cultos, organizaciones de defensa de los consumidores y la economía social. “Tenemos que aunar esfuerzos y definir temáticas para trabajar en conjunto en temáticas estratégicas”, agregó Amor.
“Así como el CESBA permite echar luz sobre el camino que nos falta recorrer para mejorarle la vida a los porteños, como por ejemplo: la cantidad de espacios verdes, la situación de los inquilinos, y el servicio de telefonía celular, entre otras cuentas pendientes; la Defensoría tiene la posibilidad de recibir y canalizar- sin mediaciones de ningún tipo – las demandas de los vecinos”, expresó por su parte Saravia.
«A través de las organizaciones que lo componen, el CESBA busca abordar y sensibilizar acerca de las distintas temáticas vinculadas a la calidad de vida de quienes habitan la ciudad de Buenos Aires. En tal sentido, apunta a generar actividades de divulgación, investigación y formulación de propuestas concretas que redunden en iniciativas parlamentarias. El desafío es la producción de información útil, cuyo diferencial es la confluencia de intereses expresados en ella; logrando a través del consenso, la transmisión de conclusiones filtradas por el debate, el dialogo y la reflexión”, sostiene la misión de la organización.
Durante la reunión, que se desarrolló en las oficinas de CESBA ubicadas en Carlos Pelegrini 587, Amor planteó el sombrío panorama que envuelve a las figuras de Defensores del Pueblo en todo el mundo. “En nuestro país no tenemos Defensor del Pueblo Nacional, y sólo la Defensoría del Pueblo de la Ciudad tiene grado constitucional. Las demás Defensorías del país (son alrededor de 80 entre provinciales y municipales) tienen que remar contra la corriente. En otros países la situación no es mejor. En Roma, por ejemplo, el Defensor del Pueblo contaba con 1.000 empleados para sus cumplir sus funciones, pero durante el mandato de Berlusconi esa cifra bajó a 5, lo que hace prácticamente imposible que puedan defender los derechos de sus ciudadanos”, contó el Defensor del Pueblo porteño, y concluyó lacónico: “La política no soporta a los Defensores”.
Luego, las autoridades presentes de las 26 organizaciones que integran el CESBA pudieron hacerle consultas al Defensor sobre las temáticas a trabajar y la forma de encarar las distintas problemáticas de los porteños.
Elevar un informe al Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y formular estudios que tengan que ver con los grandes desafíos que tiene la Ciudad por delante; así como también el desarrollo de un sello editorial, un mapa interactivo multimedia que ofrezca información georreferenciada y una biblioteca digital para que sea de consulta pública, fueron algunas de las tareas que la unión entre la Defensoría del Pueblo y el CESBA coordinaron en promover.
Entre los presentes, además del Defensor del Pueblo de la Ciudad, Alejandro Amor, y el presidente del CESBA, Federico Saravia, se encontraban José Luis Peralta (CTA), Víctor Santa María (SUTERH), Dante Camaño (UTHGRA), Rubén Pronotti (UOCRA), José Luis Pirraglia (SUTECBA), Norberto Peruzzotti (ADEBA), Vicente Lourenzo (FECOBA), Alejandro Borensztein (CAPIT), Guillermo Gómez Galizia (CGE), Camilo Suárez (AHRCC), Daniel Millaci (CEAP), Glenn Postolski y Pablo Hernández (UBA Sociales), César Albornoz y Roberto Pons (UBA Económicas), Jorge Luis Rodríguez (UADE), Eduardo Suárez (USAL Sociales), Humberto Bertazza y Roberto Destéfano (Consejo Profesional de Ciencias Económicas), Carlos Accaputo (Pastoral Social), Susana Andrada (CEC), Sandra González (ADECUA), Gerardo Luppi (CEPUC), Eugenio Cozzi (Colegio Público de Abogados) y Laura González Velasco (Cooperativa Milagros).
