Miryan vivía con sus hijos en la Villa 1 11 14, pero por la crisis económica perdió su trabajo y quedaron en situación de calle. Así fue que en mayo de 2019 ingresaron por unos días a un parador y luego fueron derivados a un hogar de la Ciudad, donde comenzó su tragedia.
Una serie de intervenciones estatales injustas y violatorias de derechos generaron que, a mediados de septiembre, Miryan y sus hijos fueran compulsivamente ingresados a un hospital general de agudos de la Ciudad, luego de lo cual los niños fueron separados de su madre e ingresados a dos hogares distintos. Miryan, por su parte, fue derivada a un hospital neuropsiquiátrico, del que se retiró por sus propios medios para buscar a sus hijos. Así llegó a la Defensoría del Pueblo.
Gracias a la intervención desplegada por distintas áreas de la Defensoría -en particular, el Programa de Patrocinio Jurídico Gratuito y Acceso a la Justicia de Grupos Vulnerables del Consejo de Derechos Humanos; la Coordinación Operativa de Promoción Humana, Adicciones y Salud Mental y el Programa de Atención de la Niñez, Adolescencia y Género- se logró que a principios de octubre se dé comienzo a un proceso de revinculación familiar. De esta forma, se iniciaron en una primera etapa las visitas entre los hermanos; posteriormente Miryan pudo comunicarse por teléfono con su hijo mayor y finalmente, el 24 de octubre comenzó la revinculación personal de los tres miembros del grupo familiar en el hogar donde se alojaba el más pequeño de sus hijos, ubicado en la provincia de Buenos Aires.
Entre las acciones desarrolladas por este organismo a fin de garantizar plenamente el ejercicio de los derechos del grupo familiar se destacan, entre otras, los pedidos de informes enviados a los organismos intervinientes; el patrocinio jurídico llevado a cabo en el caso; las articulaciones establecidas con la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional interviniente; con el Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes; con los centros de salud intervinientes; con el equipo tratante de Miryan; con el Órgano de Revisión de Salud Mental de la Defensoría General de la Nación y con los establecimientos educativos de los niños a fin de garantizar sus vacantes; así como el sostén y acompañamiento personal de Miryan durante todo el proceso.
Fue así que, con la intervención interdisciplinaria e integral de la Defensoría, se logró revertir la situación de vulneración de derechos, se volvió a reunir el grupo familiar y se restablecieron los derechos de los niños, de la madre y de la familia. Ahora, el Estado local deberá cumplir con su obligación de acompañar a la familia y redoblar sus esfuerzos para que ésta pueda continuar ejerciendo todos sus derechos.