El barrio y la comunidad de amigas se encuentran conmovidas por la falta de resultados en la búsqueda del imputado, y reclaman a los poderes del Estado mayor agilidad en la prosecución de la causa. Asimismo, el testimonio de los y las jóvenes y sus expresiones públicas, se inscriben en la lucha por la prevención de la violencia de género y la construcción de una sociedad con igualdad y sin violencias. Dicen en su documento: “Nosotras somos amigas de Abril y Romi y a partir de lo sucedido aprendimos de la manera más dura, que este no es un caso aislado, sino que vivimos en una sociedad machista, que su violencia tiene muchas maneras de expresarse, ya sea verbal, física o psicológica; Abril y Romi fueron víctimas de la expresión más cruda de esta violencia: el femicidio. Es por esto que nos movilizamos, no nos quedamos en el dolor sino que creemos que debemos ser muchos los que levanten la bandera de NI UNA MUJER MÁS VÍCTIMA DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO”. Desde la Defensoria del Pueblo acompañamos el reclamo, en particular las acciones de seguimiento de la causa judicial y las acciones de prevención que han sido encaradas.