Los comedores y merenderos comunitarios cumplen un rol fundamental en el cumplimiento del derecho a la alimentación en los barrios populares de la Ciudad Autónoma Buenos Aires. Todos los días, estos establecimientos brindan voluntariamente asistencia alimentaria a familias y personas en situación de pobreza y vulnerabilidad social y económica. Además, la mayoría de ellos ofrecen una gran cantidad de actividades y servicios para la comunidad.
A partir de la emergencia sanitaria ocasionada por la pandemia del coronavirus, estos dispositivos tuvieron un incremento de la demanda alimentaria del 60%. A su vez, más de la mitad de los establecimientos refirió tener personas o familias en lista de espera.
Si bien el aumento de la asistencia alimentaria por parte del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue acorde a dicha demanda, esto solo se produjo en los establecimientos que integran el Programa “Apoyo a Grupos Comunitarios”. El 80% de los comedores y merenderos que no forman parte de dicha operatoria no recibieron ningún tipo de asistencia alimentaria durante la emergencia sanitaria. En este sentido, para satisfacer esta demanda se requeriría de una mayor cantidad de recursos por parte del GCBA.
De igual forma, es preciso destacar que el 90% de los comedores y merenderos incluidos en el Programa “Apoyo a Grupos Comunitarios” no recibe ninguna de las demás asistencias contempladas (asesoramiento técnico /administrativo, apoyo económico / financiero, etc.).
Asimismo, según el relevamiento efectuado por esta Defensoría del Pueblo, el Gobierno de la Ciudad incorporó solamente un 28% de nuevos establecimientos asistidos, poco menos de la mitad de lo necesario de acuerdo con el aumento general de la demanda alimentaria.
Esto se corresponde con que prácticamente la totalidad de los comedores y merenderos coinciden en la necesidad de que el Estado incremente la ayuda alimentaria, como así también el abastecimiento de elementos de seguridad e higiene y la provisión de equipamiento y artículos esenciales para la elaboración de alimentos.
En virtud de ello, se concluye en el informe que la asistencia alimentaria que provee actualmente el Ejecutivo local resulta insuficiente para cubrir las necesidades de los comedores y merenderos comunitarios que desarrollan sus actividades en villas y asentamientos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Por último, si bien se implementó como alternativa la entrega de bolsones alimentarios como complemento a esta política alimentaria, en un contexto de emergencia como el actual, la misma no cuenta con un marco regulatorio conocido ni criterios de asignación transmisibles a los actores de estos barrios.
Recomendaciones formuladas al GCBA
✓ Garantizar el efectivo cumplimiento del “Protocolo de prevención y actuación ante sospecha de COVID-19 (Coronavirus) en integrantes o voluntarios del Programa de Apoyo, Consolidación y Fortalecimiento a Grupos Comunitarios y del Programa Centros de Primera Infancia”; y el “Protocolo de Actuación frente a la propagación del COVID-19 en los barrios populares”, particularmente en materia de seguridad alimentaria. Para ello, es fundamental que éstos contengan una metodología de abordaje y un sistema de indicadores que permita el monitoreo permanente en virtud de su cumplimiento.
✓ Ampliar la aplicación de dichos protocolos en aquellos comedores y/o merenderos asistidos y no asistidos por el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat.
✓ Arbitrar las medidas conducentes para efectuar relevamientos semanales en todos los comedores y merenderos no asistidos, asistidos y/o bajo el Programa “Apoyo a Grupos Comunitarios”, a fin de constatar las necesidades de cada establecimiento y el cumplimiento estricto de las medidas sanitarias y de distanciamiento social.
✓ Asegurar que todos los comedores y merenderos no asistidos, asistidos y/o bajo el Programa “Apoyo a Grupos Comunitarios” reciban la cantidad de raciones necesarias a fin de cubrir la demanda, de acuerdo a la capacidad e insumos con los que se cuenta en cada uno de estos establecimientos.
✓ Garantizar que todos los comedores y merenderos no asistidos, asistidos y/o bajo el Programa “Apoyo a Grupos Comunitarios” cuenten con la provisión del equipamiento e insumos básicos (barbijos, anteojos, guantes, jabón, agua, alcohol, lavandina, entre otros) para cumplir con las medidas de bioseguridad e higiene recomendadas por la OMS y las autoridades sanitarias nacionales y locales para la prevención del COVID-19.
✓ Determinar criterios objetivos y periodicidad de asignación de bolsones de alimentos a efectos de garantizar el acceso a la alimentación de la población que no concurre a comedores. Ello, teniendo especialmente en miras la distribución equitativa de los mismos, de acuerdo a las necesidades relevadas por el Ejecutivo local.
✓ Asegurar el sostenimiento de la asistencia alimentaria directa a las personas que, habiendo dado positivo de COVID-19, sean externadas o egresadas de los establecimientos dispuestos por el GCBA y/u hospitales o clínicas y deban continuar cumpliendo con el aislamiento social en sus hogares.
✓ Arbitrar los medios necesarios para incluir el incremento sensible de las raciones de comedores (incluido o no en el programa de comedores comunitarios), pero a su vez también en programas de transferencia directa de recursos (Programas “Ciudadanía Porteña” y “Ticket Social”) para población residente en villas y la entrega de bolsones de alimentos individuales, que eviten la circulación al interior de los barrios para procurarse el alimento diario.