El encuentro contó con las exposiciones de la secretaria ejecutiva del Órgano de Revisión de la Ley Nacional de Salud Mental, María Graciela Iglesias; la Defensora de Niñas, Niños y Adolescentes de Santa Fe, Analía Colombo; la subsecretaria de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencia de Género de la Provincia de Buenos Aires, Julieta Calmels; y la directora del Hospital en Red “Laura Bonaparte”, Edith Benedetti. El cierre estuvo a cargo de la Defensora de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de la Nación, Marisa Graham.
Las expositoras coincidieron en la necesidad de que los profesionales que intervienen cuenten con capacitaciones acordes a la problemática y que el abordaje debe ser integral y con perspectiva de derechos y de género.
Por otra parte, se hizo énfasis en que en los tratamientos no deben ser estigmatizantes ni poner en riesgo la subjetividad de los menores. En esa misma línea, se llamó la atención sobre la necesidad de no confundir lo sanitario con lo correccional, ya que es habitual la implementación de prácticas de atención con tendencia a disciplinar los cuerpos y olvidar que el consumo de sustancias es un escenario de alta complejidad intrínsecamente relacionado con el desamparo, la angustia, el desvalimiento y la soledad, entre otros factores.
Finalmente, se abordó la importancia de que niños, niñas y adolescentes firmen un consentimiento informado de acuerdo a los principios rectores de la Convención de los Derechos del Niño. Este tratado establece que los menores son sujetos de derechos con autonomía progresiva y derecho a participar en la toma de decisiones sobre aquello que los afecta, a ser escuchados y no discriminados, a la presunción de capacidad, y a que aquellos síntomas que presenten no sean considerados como algo inmodificable. En este sentido, se destacó que la respuesta para los problemas de salud mental pasan por lo vincular y lo amoroso, y no el encierro.