Bandera Argentina
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Informe 2018 del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT

Durante el año pasado ocurrieron en Argentina 147 crímenes de odio en donde la orientación sexual, la identidad y/o la expresión de género de las víctimas fueron utilizadas como pretexto discriminatorio para la vulneración de derechos y la violencia.

El dato se desprende del informe presentado ayer durante la jornada organizada por la Defensoría para conmemorar el Día de la Promoción de los Derechos de las Personas Trans, y aunque no es exacto -ya que se incluyen solo aquellos casos que han sido relevados por los medios de comunicación o han ingresado como denuncias en la Defensoría LGBT, ante las organizaciones de la FALGBT o acreditados por el Centro de Documentación y Situación Trans de América Latina y el Caribe (CEDOSTALC), que también presentó un informe al respecto- permite vislumbrar una realidad que es, sin duda, mucho peor de lo que sugieren los números. Cabe destacar que este informe no realiza estimaciones sobre los casos no registrados. 

Del total de las personas de la comunidad LGBT víctimas de crímenes de odio registrados en 2018, el 64% de los casos corresponde a mujeres trans (travestis, transexuales y transgéneros), en segundo lugar con el 28% se encuentran los varones gays cis, en tercer lugar con el 7% de los casos le siguen las lesbianas y por último, con el 1%, los varones trans.

De todos los crímenes de odio registrados, el 46% de los casos (67) corresponde a lesiones al derecho a la vida, es decir a asesinatos, suicidios y muertes por ausencia y/o abandono estatal; y el 54% restante de los casos (80) corresponde a lesiones al derecho a la integridad física, es decir violencia física que no terminó en muerte.

Del total de lesiones al derecho a la vida, el 25% de los casos corresponde a asesinatos, el 11% a suicidios y el 64% a casos de muertes por abandono y/o ausencia estatal.

En 2018 hubo 17 asesinatos perpetrados hacia la diversidad sexual -11 fueron dirigidos a mujeres trans y 6 a varones trans cis-; 7 suicidios -5 de ellos fueron de mujeres trans, uno de un varón trans y uno de una lesbiana-; y 43 muertes por abandono y/o ausencia estatal -todas ellas fueron de mujeres trans-.

En relación a la modalidad empleada para ejecutar los crímenes de odio que constituyen lesiones tanto al derecho a la vida, como a la integridad física , el porcentaje mayor corresponde a golpes -con el 40,82% de los casos-; le siguen con el 31,98% la categoría de “otra modalidad”, donde se engloban las causas asociadas a la ausencia y/o el abandono estatal y que generalmente están ligadas a la salud; luego con el 4,76% las lesiones auto infringidas de los suicidios; posteriormente con el 4,08% los abusos sexuales; con el 2,72% cada una, las modalidades de privaciones ilegitimas de la libertad, las puñaladas y los balazos; continúan con el 2,04% respectivamente, los cortes, los estrangulamientos/ahorcamiento/asfixia y los empujones/forcejeos; en penúltimo lugar con el 1,36% de los casos se encuentran los degüellos/descuartizamientos; y
por último con el 0,68% la categoría fuego-calcinamiento. En el 2,04% de los casos totales se desconocen las modalidades de los delitos, ya que no se registran datos.

Sobre el observatorio

El Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT fue creado en mayo de 2016 por la Defensoría LGBT de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, en articulación con la Federación Argentina LGBT y la Defensoría del Pueblo de la Nación.

Este observatorio tiene por objeto el relevamiento nacional de datos que visibilicen la violencia que viven cotidianamente en nuestro país lesbianas, gays, bisexuales y trans (travestis, transexuales y transgéneros), para generar una plataforma de información que permita monitorear e incidir en la formulación de políticas públicas eficaces y propuestas legislativas para la prevención, sanción y erradicación de los Crímenes de Odio hacia la comunidad LGBT, motivados por discriminación por orientación sexual, expresión e identidad de género.

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