Por este motivo, la Coordinación Operativa de Salud de la institución decidió realizar un relevamiento telefónico para verificar tal situación. Fueron seleccionados siete CeSAC: tres pertenecientes al Área Programática del Hospital Penna (1, 32 y 39), dos al Área Programática del Hospital Piñero (13 y 18); y dos al Área Programática del Hospital Santojanni (4 y 5). Todos ellos, ubicados en la zona Sur de la Ciudad, algunos de los cuales aparecían mencionados en los reclamos.
Las entrevistas telefónicas, realizadas a los/las jefes/as de esos centros de salud, versaron sobre los siguientes ejes:
-
Faltantes de medicamentos e insumos para tratamiento de diabetes
-
Acciones implementadas por los CeSAC para resolver el faltante
-
Respuestas brindadas por el Ministerio de Salud
-
Impacto de la pandemia de COVID 19 en el aumento de la demanda general de medicamentos (no sólo para tratamiento de diabetes).
Faltante de medicamentos e insumos para diabetes
La consulta telefónica permitió constatar que, efectivamente, en 6 de los 7 CeSAC relevados, se registró faltante de lapiceras de insulina, durante los meses de enero y febrero de 2021.
La escasez de tiras reactivas fue mencionada por los /as entrevistados/as como una situación común a todos los CeSAC. Estos insumos son los que permiten que el/la paciente realice la medición diaria del nivel de glucosa en sangre para saber cuánta insulina debe inyectarse cada vez. La insuficiencia de tiras reactivas en los CeSAC obstaculizó la entrega de la cantidad indicada por el/la especialista, que las prescribe de acuerdo a la necesidad de controles diarios de cada paciente.
También, fue referida la dificultad que surge cuando la marca comercial de las tiras reactivas que entrega el CeSAC no es la misma que la de los glucómetros (medidor de glucosa) que poseen los/las pacientes, y en los cuales se insertan las tiras para su lectura. Es decir, si ambos elementos -tiras y glucómetro- no son de la misma empresa, no es posible realizar la medición. Esta situación responde a que la empresa adjudicada en la licitación para la provisión de las tiras reactivas, no es la misma a la que en el pasado proveyó los medidores. En esos casos, si en la farmacia del CeSAC se cuenta con el insumo, se le entrega un nuevo glucómetro al paciente.
El CeSAC 18 fue el único de los efectores consultados que no se vió afectado por el faltante de insulina y/o tiras reactivas, registrado entre los meses de enero y febrero. Según surge de esa entrevista, esto se debió a una situación circunstancial: el CeSAC recibió una entrega con la medicación e insumos correspondiente a varios pedidos acumulados, solicitados con anterioridad al Ministerio. Ello significó contar con un stock que permitió paliar el faltante ocurrido en los primeros meses del año. Esta disponibilidad tuvo difusión en el ámbito barrial, por lo cual este centro de salud recibió a muchos/as pacientes derivados/as de otros CeSAC y también de otras instituciones públicas.
Preguntados sobre si durante el año registraban faltante de otros medicamentos o insumos -aparte de la insulina-, los/as entrevistados/as mencionaron: metformina, hipoglucemiantes orales, atorvastatina, enalapril y aerosoles para patologías respiratorias. También, insumos como agujas descartables.
Respecto del abastecimiento del resto de la medicación incluida en el vademécum de primer nivel de atención, respondieron que no había inconvenientes.
Acciones implementadas desde los CeSAC ante el faltante de medicamentos e insumos
Ante la falta de lapiceras de insulina ocurrida a principios de este año, la alternativa ofrecida por la farmacia del CeSAC a los/as pacientes con diabetes consistió en entregarles frascos ampollas de insulina.
Sin embargo, la totalidad de los/as entrevistados/as coincidió en que la colocación de insulina mediante inyección con jeringas es algo complejo para los/as pacientes, dada la cantidad de aplicaciones que deben realizarse al día. Por otra parte, no todos/as los/as pacientes pueden utilizar esta modalidad: tal es el caso de los/as no videntes o de pacientes de diagnóstico reciente que no manejan esta técnica de aplicación.
En el CeSAC 39, el incremento de asistencia de pacientes crónicos que viene registrando desde el año pasado -y que en consecuencia ha significado una mayor demanda en su farmacia-, ha generado también el faltante de frascos ampollas de insulina.
Todos/as los/as entrevistados/as refirieron que ante la falta de algún medicamento o insumo (incluída la insulina y las tiras reactivas), la primera acción consiste en consultar informalmente en los CeSAC próximos o en los dos Centros de Especialidades Médicas de Referencia (CEMAR) sobre la disponibilidad de lo requerido. Y en caso de que exista lo solicitado en otro efector, derivar hacia allí al/ la paciente.
Una de las entrevistadas mencionó la posibilidad de realizar “un pedido de presupuesto de emergencia” al Ministerio de Salud porteño, a fin de que la farmacia del CeSAC pueda adquirir la medicación o insumo faltante. En este caso, el/ la paciente recibe el medicamento, aunque con demora. De todos modos, este mecanismo no es aplicable para todos los medicamentos o insumos, y no puede utilizarse para la adquisición de insulina.
Otra situación distinta es la que se presenta cuando los/las pacientes se acercan a la farmacia del CeSAC (primer nivel de atención) con prescripciones de medicamentos, indicados por especialistas del hospital (segundo nivel de atención) o recetas de insumos que no se encuentran incluidos en el vademécum de los CeSAC. En estos casos, las estrategias son diversas y pueden diferir según cada CeSAC.
En algunos CeSAC, se interpreta que es responsabilidad del médico especialista que prescribió la receta iniciar en el nosocomio un trámite de “ayuda médica” para solicitar la compra de lo indicado y, también, responsabilidad del hospital proveer lo recetado. En ese caso, se orienta al /la paciente a concurrir al Servicio Social del hospital donde se atendió para requerir dicha gestión. Muchas veces, las trabajadoras sociales de los CeSAC´s acompañan a los/as pacientes con la gestión de los trámites iniciados en el hospital.
En otros CeSAC, entregan al/la paciente “la negativa” del medicamento o de los insumos recetados (tales como pañales o sondas). “La negativa” es una constancia escrita -a veces en el dorso de la misma receta, otras, en un recetario con sello del CeSAC y firma de responsable médico- que informa que lo prescripto no está en existencia en el efector. Ese documento habilita a los/as pacientes a dirigirse, según corresponda, al Ministerio de Desarrollo Social del GCBA (cuando es una entrega por única vez) o al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación (cuando es un tratamiento prolongado) para gestionar allí su obtención.
Respuestas brindadas por el Ministerio de Salud
La totalidad de los/as consultados/as coincidió en que el faltante de lapiceras de insulina es una problemática que se reitera todos los años, específicamente, durante los meses de enero y febrero. Refirieron que esta demora -según suele informarse desde el Ministerio de Salud del GCBA- obedece a los plazos en el proceso de licitación que se realiza para su compra, sin que pueda preveerse cuándo se adjudicará la misma.
Las farmacias de cada CeSAC elevan al Ministerio de Salud local un pedido único, anual, para la compra de medicación e insumos para el tratamiento de diabetes que, además de la insulina (lapiceras y frascos ampollas), incluye las tiras reactivas, jeringas y glucómetros. La compra de ese pedido se gestiona de forma centralizada -es decir, desde esa cartera y mediante licitación.
Habitualmente, la comunicación de los/as farmacéuticos/as de los CeSAC con el Ministerio de Salud porteño –sea para realizar los pedidos o para hacer consultas sobre los procesos de compra- se realiza vía mail.
Según fue explicitado por los/as entrevistados/as, la información provista desde el nivel central respecto de las licitaciones suele ser poco precisa.
Cuando la compra se concreta, desde el Ministerio informan el plazo aproximado en que la medicación será entregada en cada CeSAC. Pero hasta que eso ocurre, no hay mayores datos.
En el caso de la falta de provisión de insulina registrada en los últimos meses, los/as entrevistados/as refirieron que desde el Ministerio les fue informado que la entrega en las farmacias de los CeSAC se regularizaría durante el transcurso de la última semana de febrero.
Impacto de la pandemia de COVID 19 en el aumento de la demanda general de medicamentos (no sólo para tratamiento de diabetes).
A partir de la nueva situación sanitaria signada por la pandemia de COVID-19, las farmacias de los CeSAC debieron afrontar una mayor demanda de medicamentos e insumos.
De acuerdo a lo referido por los/as entrevistados/as, en muchos casos, este aumento correspondió al ingreso de nuevos/as pacientes a los CeSAC, que fueron registrados allí con la apertura de sus historias clínicas para recibir atención de su salud. La mayoría, pacientes crónicos. Es decir, ingresaron sectores de la población que antes no concurrían a los centros de salud. Entre ellos, pacientes que solían atenderse en los consultorios externos de los hospitales de agudos y que se vieron impedidos de continuar haciéndolo, dado que con la pandemia, esos nosocomios restringieron la atención a pacientes con COVID-19 o urgentes; pero también, personas o grupos familiares que previamente no hacían uso de efectores del subsector público de salud de la Ciudad, y que por diversos motivos (vinculados al desempleo y pérdida del poder adquisitivo, generalizados en el contexto de la pandemia) quedaron desprovistos de su obra social o cobertura de salud.
El significativo incremento de los precios de los medicamentos ocurrido en los últimos meses, sumado a la crítica situación económica de muchas familias que perdieron sus ingresos o parte de ellos, fue referido como otro de los factores que incidió en este crecimiento de la demanda de atención, y por consiguiente, de medicamentos e insumos de farmacia.
Una de las entrevistadas estimó en un 20% el aumento de la demanda registrada en la farmacia del CeSAC en el que se desempeña.
En relación a si la oferta de medicamentos pudo adecuarse a este nuevo nivel de requerimiento, una entrevistada expresó: “No sabría precisar si el aumento en la provisión de la medicación fue la adecuada. Ya que como sabemos hay una demanda que no llega a ser registrada. Es muy difícil satisfacer la demanda de una población que no se termina de conocer”.
Respecto a la suficiencia de los presupuestos destinados a farmacia otra directiva respondió: “Cada vez, hay que programar mejor los pedidos para que alcance, además el recurso humano de farmacia siempre es solicitado”.
Con motivo de la pandemia, los CeSAC debieron reorganizar su funcionamiento (modalidad de atención, dación de turnos, presencialidad y rotación de personal, etc.). En algunos de estos efectores, el horario de atención de la farmacia debió reducirse, lo que significó la concentración de una mayor demanda de atención en días y horarios más acotados.
Mientras la demanda de atención en los distintos servicios de los CeSAC se redujo de manera notoria, por el contrario, la solicitud de medicamentos aumentó considerablemente y con ello el requerimiento de atención en la farmacia del mismo efector. Esa situación derivó en que algunos/as profesionales del CeSAC presten asistencia al personal de farmacia.
Otra de las cuestiones explicitadas, y que genera preocupación entre los/as directivos/as de los CeSAC, es la escasa disponibilidad de farmacéuticos/as en el subsector público de salud de la Ciudad, como así también de técnicos/as de farmacia.
Varios de los/as entrevistados/as mencionaron escenas de angustia y violencia de muchos/as pacientes, ante situaciones que no se encontraban dentro de las posibilidades de resolución del personal de farmacia.
Conclusiones
La información relevada permite arribar a algunas conclusiones:
-
El aumento de reclamos de pacientes con diagnóstico de diabetes, tramitados en la Coordinación Operativa de Salud reflejó una situación generalizada en los CeSAC: el faltante de lapiceras de insulina y tiras reactivas durante los meses de enero y febrero de 2021.
-
Esta situación se reitera cada año y para la misma época.
-
Este faltante cíclico obedece a demoras en los procesos de licitación que tramita el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (GCBA), para la compra centralizada de insulina y tiras reactivas.
-
La falta de lapiceras de insulina y tiras reactivas afecta el tratamiento adecuado y oportuno de los/as pacientes con diabetes que reciben atención en los CeSAC, efectores dependientes del Ministerio de Salud porteño.
-
Ante el faltante de lapiceras de insulina, los /as usuarios/as de los CeSAC recibieron frascos ampollas en las farmacias de estos efectores; sin embargo, no todos/as los/as pacientes pueden adecuarse a esta modalidad de aplicación.
-
El Ministerio de Salud del GCBA no ofreció otra alternativa para suplir el faltante -que se prolongó durante dos meses- mientras eran resueltos los procesos licitatorios.
-
En los últimos años, la cartera de Salud del GCBA no ha previsto ninguna alternativa o mecanismo para evitar la reiteración de este faltante, que afecta el tratamiento de los/as pacientes con diabetes.
Vale aclarar que con posterioridad al relevamiento realizado, mediante comunicación telefónica con algunos/as de los/as entrevistados/as, pudo constatarse la regularización de la provisión de insulina (o lapiceras de insulina) en los CeSAC, en el transcurso de la primera semana de marzo del año en curso.