Ante la falta de mantenimiento y/o directo abandono que sufre parte del patrimonio cultural de nuestra Ciudad, el mal estado en que se encuentran los recintos de muchos de los animales confinados y a la falta de cuidado sanitario de algunos de ellos y la desatención general que padece parte de la colección botánica, el Defensor del Pueblo porteño Alejandro Amor firmó una resolución en la que recomienda a la Dirección General de Concesiones del GCBA su urgente intervención para poner fin a los casos más graves de incumplimiento normativo sobre el bienestar y salud de la fauna confinada en el Zoológico porteño; poner en marcha un plan de mantenimiento general para la colección botánica y espacios verdes; asegurar la limpieza de los espejos de agua estancados y con presencia de orgánicos; poner en valor a los edificios históricos y refaccionar inmediatamente los sistemas eléctricos cuyas deficiencias representan peligro inminente para los visitantes, el personal del zoo y los animales cautivos.
Al mismo tiempo, exhorta al presidente de la Agencia de Protección Ambiental, Juan Carlos Villalonga, a que intervenga para garantizar en el Zoológico el cumplimiento de los principios constitucionales acerca del ambiente sobre la fauna cautiva y la vegetación en general.
En octubre de 2014, personal de la Subsecretaría de Derechos Urbanos, Espacio Público y Medio Ambiente a cargo de Bárbara Rossen había realizado una inspección ocular del Zoológico de la CABA. Los informes resultantes, incorporados a la actuación 4869/14, pusieron en evidencia el deterioro sufrido por la infraestructura, los conjuntos edilicios con valor patrimonial y cultural y el mobiliario del lugar, así como también la situación irregular de la fauna y de la vegetación.
Entre otras deficiencias, se observaron numerosos sumideros pluviales obstruidos y falta de mantenimiento en cloacales, aguas estancadas con residuos orgánicos en suspensión e instalaciones eléctricas antirreglamentarias. Las esculturas, monumentos y grupos escultóricos denotan la ausencia de una política de mantenimiento, conservación y restauración. Algunas de ellas presentan evidencias alarmantes de abandono. El Pabellón de Aves y Simios estaba en avanzado estado de deterioro. Varios rediles y corrales se encontraban anegados y sin cobertura vegetal. Faltaba agua en numerosos bebederos de distintos animales, e inclusive se observaron abrevaderos en mal estado y bajo el sol continuo. Finalmente, se detectaron animales faltos de asistencia sanitaria y árboles con distintas fitopatologías.
El concesionario que administra el Zoológico debe custodiar su patrimonio y la Dirección General de Concesiones dependiente del Ministerio de Desarrollo Económico del GCBA debe controlar sus actividades. La Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos tiene la superintendencia inmediata sobre museos, monumentos y lugares históricos nacionales, entre los cuales se encuentra el Zoo, mientras que en el orden local rige la ley 1227 sobre protección, restauración y trasmisión del Patrimonio Cultural de la Ciudad.
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Foto: Néstor García Claima