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El Servicio Público de Mantenimiento Integral del Arbolado Urbano en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Informe de la Defensoría

La Dirección de Servicios Públicos de la Subsecretaría de Derechos Políticos y Ciudadanos de la Defensoría elaboró el informe El Servicio Público de Mantenimiento Integral del Arbolado Urbano en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el que señala cuál es su situación actual, cuáles son las principales problemáticas que padece y la intervención del organismo para sortearlas y propone reflexiones y soluciones ante cuestiones cotidianas vinculadas al derecho a un ambiente sano, a la salud y al acceso a la información.

El arbolado público en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires representa uno de los factores de mayor trascendencia en el desarrollo de la vida urbana. La existencia de los árboles hace a la calidad de vida de toda metrópolis constituyendo uno de los factores más importantes en el medio urbano permitiendo establecer un equilibrio entre las construcciones del hombre y la naturaleza.

Los árboles representan un recurso natural panorámico y, por ende, se considera que producen estados fisiológicos más distendidos para las personas, resultando un factor determinante en el plano estético. Su presencia permite el uso y goce pleno del medio ambiente. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuenta, aproximadamente, con 372.000 ejemplares (representando 1700 por km cuadrado y un árbol cada 7 personas). La especie predominante es el Fresno Americano, representando el 39% del total de árboles (contando con 141820 ejemplares).

En ese marco, el mantenimiento y cuidado del arbolado urbano, encuadrado bajo el régimen jurídico de Servicio Público y llevado a cabo por las 15 Comunas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a través empresas contratistas, adquiere relevancia, ya que potenciar sus beneficios y evitar los potenciales riesgos que pueden ocasionar representa un verdadero interés general. En una importante cantidad de casos los árboles, pese al inagotable caudal de beneficios, pueden causar distintos perjuicios. Por tal motivo, se considera que una correcta prestación del Servicio Público -oportuna, planificada, eficiente y periódicamente controlada- lograría reducir considerablemente la generación de daños.