Uno de los principales problemas que sufre el hospital es la inseguridad. Tanto trabajadores como pacientes son víctimas de robos. A su vez, relataron los médicos, son constante los exabruptos que culminan con agresiones de algunos pacientes al personal de la salud. El nosocomio se encuentra en una zona donde son frecuentes las denuncias por delitos por lo que muchas veces debe tratar pacientes que han cometido ilícitos. Ante el desborde generalizado que sufre el sistema hospitalario porteño, no es extraño que estos pacientes o sus familiares se violenten contra el personal médico el cual carece tanto de capacitación para lidiar con estas situaciones. A esto se le suma la ausencia de personal policial para garantizar condiciones mínimas de seguridad para el trabajo.
El hospital se encuentra en un proceso de refacción de sus pabellones. Se han refaccionado salas y se hicieron trabajos de parquización pero todavía siguen faltando insumos y camas para tratar a la gran cantidad de pacientes que llegan. La auditora y el defensor, en dialogo con los médicos, acordaron en continuar con las conversaciones a fin de poder encontrar una solución y se mostraron a disposición de la comunidad hospitalaria para cualquier eventualidad que les suceda.
