El debate que viene sucediendo alrededor de la transformación del ex zoológico porteño, que incluye la reciente muerte de la rinoceronte Ruth y la jirafa Shaky y la ley recientemente votada en primera lectura sobre las concesiones de los espacios internos del predio -cuya audiencia publica será el próximo miércoles 29-, convocó a múltiples actores ante el estado público que ha tomado esta problemática.
A partir de los diversos puntos planteados, hubo voces muy críticas del proyecto de ley y fuerte preocupación porque la aceleración de las obras estarían teniendo un impacto negativo sobre los animales que aún habitan ahí, según expresaron las organizaciones presentes. Además, criticaron la política de concesiones de un predio declarado Monumento Histórico Nacional.
El Defensor del Pueblo adjunto Gabriel Fuks relató las acciones que viene llevando adelante la Defensoría (pedidos de informes y recomendaciones) y ratificó que se presentará en la audiencia pública en pos de la preservación de los derechos que pudieran aparecer vulnerados.
Del encuentro participaron, además de Fuks, Fernando Fimognare, a cargo de la Conducción Ejecutiva Derechos Urbanos, Espacio Público y Medio Ambiente de la Defensoría; Malala Fontán, de la Agrupación #SinZoo; Eduardo Francisco, director de Relaciones Científicas de la Fundación Temaiken; Marina Harteneck, presidenta de Vida Silvestre; Mora Araoz, directora de Fundación Ciudad; Marcelo Raciatti, del área de Derecho Animal de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires; el ex legislador porteño Adrián Camps; Juan Carlos Sassaroli, médico veterinario y ex empleado del zoológico; Hernán Invernizzi, de la Conducción Operativa de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Defensoría; representantes de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Sitios Históricos y asesores legislativos.
Por último, las organizaciones protectoras de animales concordaron que el lucro con animales en este siglo ya no es una opción viable, y que las futuras concesiones del predio de Palermo, no están priorizando el derecho de los animales y su bienestar, como tampoco el derecho colectivo de los porteños a la preservación de su patrimonio.
