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¿Dónde estamos y cómo seguimos para alcanzar una democracia paritaria en la Ciudad?

Un informe de la Defensoría repasa la situación de las mujeres en los distintos ámbitos de decisión del Estado porteño.

Las leyes nacional y porteña de paridad política buscaron garantizar el acceso equitativo de las mujeres a los cargos electivos. No obstante, el ciclo de las políticas públicas es mucho más amplio e involucra una serie de espacios gubernamentales donde las mujeres aún se encuentran marginadas en el acceso a las posiciones de decisión como en el caso de los poderes ejecutivo y judicial.

La democracia paritaria implica actualmente equilibrar el poder político entre los géneros abarcando los distintos ámbitos donde se toman las decisiones. Se espera que la participación igualitaria de los géneros fortalezca la inclusión de los intereses, problemas y propuestas de la agenda feminista. Y, que la integración de las mujeres y diversidades en las máximas jerarquías del sistema representativo, así como en los cargos de designación de la administración pública, genere un “efecto demostración” que impacte en los otros ámbitos de la vida social y económica.

Este informe tiene como objetivo contribuir a la discusión sobre los fundamentos y herramientas para promover la democracia paritaria en de la Ciudad de Buenos Aires. Con ese fin, presenta los avances conceptuales y normativos de la democracia paritaria y analiza la información disponible sobre la representación de los géneros en los tres poderes del Estado porteño y las comunas.

Un panorama general arroja que las comunas porteñas son actualmente el órgano de mayor participación de mujeres. No obstante, de las 15 comunas totales, solo dos son presididas por mujeres. La Legislatura se encuentra próxima a alcanzar su composición paritaria a partir de la incorporación de las legisladoras que sean electas este año. No obstante, las presidencias de las comisiones y las autoridades legislativas están abrumadoramente en manos masculinas. Respecto al Poder Ejecutivo, la presencia de mujeres en los lugares de decisión es muy deficitaria, cuestión que se acrecienta a medida que aumentan las jerarquías de los cargos construyendo una pirámide perfecta donde las mujeres son acumuladas en la base. Respecto al Poder Judicial, llama la atención el reflejo de los roles de género que se expresa en la mayoría de mujeres autoridades en la Defensa Pública y la mayoría de varones en cargos de autoridad del Ministerio Público Fiscal.

Esta descripción pone en evidencia patrones de desigualdad que alejan a las mujeres de los cargos de mayor jerarquía y la vigencia de los estereotipos de género que circunscriben los roles y temáticas que estás pueden abordar. En este sentido, el informe repasa y propone una serie de recomendaciones con el objetivo de intervenir activamente para revertir estas desigualdades.